Hoy es día de los Santos Ángeles Custodios, 2 de Octubre. Es bien sabido que la iglesia los honra con un homenaje por tan digna tarea que llevan a cabo. ¿Cuál es la digna encomienda que tienen? Pues nada más y nada menos, que son los encargados de velar y cuidar en todo momento de la persona a quien han sido designados como sus protectores. El ángel de la guarda es un ser inteligente dotado de gran pureza y oficia de puente entre Dios y su custodiado. Hoy, sería maravilloso que todos elevemos una oración de agradecimiento por cuidarnos.
Ahora bien, en las Sagradas Escrituras, Cristo manifestó a los hombres que “Tengan cuidado de despreciar a alguno de estos pequeños, pues les digo que sus ángeles en el Cielo, contemplan sin cesar la cara de mi Padre que está en los Cielos” (Mateo 18, 10).
Es así, como los ángeles de la guarda son los más pequeños de la Jerarquía Angelical. Nos acompañan desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. Elijamos la “salvación” o la “perdición”, estos angelitos asumen la tarea de atestiguar ante Dios por nuestros actos terrenales, cuando llegue la hora del Juicio.
La Fiesta litúrgica de los Ángeles se celebra cada 2 de octubre. La Iglesia cristiana conmemora su bondadosa labor desde el siglo XVII, cuando fue instituida como ceremonia por el Papa Clemente X.
Algunas alusiones bíblicas a estos seres angélicos las encontramos en el Éxodo 23. Allí, Dios afirma: “Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado. Respétalo y escucha su voz. No te rebeles contra él, porque no les perdonará las transgresiones, ya que mi Nombre está en él. Si tú escuchas realmente su voz y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios. Entonces mi ángel irá delante de ti”.
También San Basilio alude a los ángeles de la guarda de la siguiente manera: “Todo fiel tiene junto a sí un ángel como tutor y pastor, para llevarlo a la vida” (en San Basilio, Adv, Eunomium, III, 1).
En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su ángel" (Hechos 12, 15).
Entonces, no duden, tenemos un ANGEL DE LA GUARDA, que nos protege, nos guía, nos lleva por el camino de la mano, aunque a veces nos resistimos a aceptar su ayuda, y nos descarriamos por senderos inciertos, donde el INNOMBRABLE mete su mano, y nos desvía, es allí entonces cuando tomamos decisiones EQUIVOCADAS; juzgamos sin piedad, lo ajeno lo hacemos nuestro y es allí donde radica el PECADO.
Entonces, en este día tan especial, elevarmos nuestras oraciones A NUESTROS ÁNGELES CUSTODIOS, para que nos dén paz , compañia y proteccion en la vida.
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