jueves, 31 de enero de 2013

Angustia cristiana en Medio Oriente - Marcos Aguinis / La Nación.


ATRASO. La actitud culposa de Occidente que no denuncia como debiera las persecuciones que sufren las minorías cristianas en países árabes, deja indefensas a millones de personas que viven donde el fanatismo religioso sigue siendo ley.-

Benjamín Weinthal es un periodista preocupado por la suerte de las comunidades cristianas en Medio Oriente y acaba de difundir noticias alarmantes que, curiosamente, son marginadas por la prensa occidental. En la ciudad egipcia de Beni Suef, su corte criminal ha sentenciado a toda una familia a quince años de prisión por haberse convertido al cristianismo. Beni Suef se encuentra en la ribera oriental del Nilo, unos 115 kilómetros al sur de El Cairo. Esto es muy grave: demuestra cuán en serio se están tomando las prescripciones del nuevo gobierno islamista. La información fue publicada en el diario árabe Al-Masry al-Youm.
Se trata de una historia simple. La bella Nadia nació y pasó su infancia en el seno de una familia copta. Los coptos integran el 10% de la población total del país. Debió convertirse al Islam cuando, hace 23 años, se casó con Mohamed Abdel-Wahhab Mustafá. Luego de enviudar, ella y sus siete hijos decidieron retornar abiertamente a la fe cristiana. Entre 2004 y 2006 se afanaron por conseguir la ayuda de funcionarios laicos para obtener nuevas tarjetas de identidad. Pero cuando asumió el nuevo gobierno presidido por Mohamed Morsi tanto Nadia como sus hijos y algunos burócratas bajo sospecha fueron sentenciados a prisión.
Quizás el mundo ya se resignó a que bajo regímenes oprimidos por la teocracia pasen estas cosas. Nadie se queja, por ejemplo, de que en Arabia Saudita sea imposible construir una sola iglesia y esté prohibido exhibir la cruz, mientras se levantan febriles mezquitas por todo el planeta. Abandonar el Islam, por ejemplo, se considera una apostasía imperdonable allí y en casi todos los países con mayoría musulmana. Sin embargo, en Egipto la situación no era tan grave. Hubo incluso un período con tolerancia religiosa durante la monarquía, los gobiernos de Nasser, Anwar el-Sadat y hasta el recientemente defenestrado Mubarak. Incluso quedaron algunos judíos después de la independencia de Israel. Pero la minoría religiosa más importante es la copta, compuesta por casi ocho millones de fieles. Es una de las primeras comunidades cristianas de la historia, convertida -según versiones- por el evangelista Marcos en el siglo I, durante el gobierno de Nerón. El maravilloso Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell la describe con envidiable inspiración y advierte sobre los nubarrones que oscurecieron su futuro luego de la Segunda Guerra Mundial.
Samuel Tadros, investigador del Hudson Institute for Religious Freedom, asegura que conversiones como las de Nadia eran más o menos frecuentes en el pasado, pero que la nueva sharia "es un verdadero desastre en materia de libertad religiosa". La sharia se ha convertido en una parte integral de la nueva Constitución. Jordan Sekulow, director ejecutivo en el American Center for Law and Justice, afirma que los casos como el de Nadia y sus hijos se volverán cada vez más frecuentes y ominosos. Aumentará la discriminación contra otras religiones, encogidas bajo los implacables dictados de la ley coránica.
El presidente Morsi fue criticado en los ámbitos seculares de su país por su silencio y ausencia durante los brutales asaltos que hace pocos meses sufrieron los cristianos de Egipto. En agosto, unas cien familias de Dahshour fueron obligadas a fugar, con abandono de sus bienes y hogares. Predicadores extremistas, aliados o integrantes de la Hermandad Musulmana convocaron a apartarse de los cristianos durante la Navidad, como si estuviesen infectos. No es novedad: a lo largo de décadas viven bajo la angustia de ser ciudadanos de segunda clase y tener que defenderse de ataques a iglesias, aldeas y comercios; ocurrieron asaltos de turbas envenenadas por imanes extremistas y se fuerza la conversión de toda mujer cristiana si pretende casarse con un musulmán, como le ocurrió a la desdichada Nadia.
Sobre esto poco se publica en el culposo Occidente. Sekulow exige una vigorosa acción diplomática para empujar a Egipto hacia la libertad religiosa. El presidente Morsi tiene previsto encontrarse con Obama en marzo y sería imperdonable si este problema no se incluyera en las conversaciones. Occidente no debería ser un espectador indiferente. Sólo Estados Unidos provee un billón de dólares a Egipto, ¡por año! ¿Es una ayuda bien aprovechada? ¿O algunas porciones se desvían hacia los fanáticos? Semejante obsequio exige buena conducta en materia de derechos humanos o debería ser reconsiderado.
Se estima que la población cristiana de Medio Oriente (comprendidas sus diversas denominaciones), hasta fines del siglo XX, se acercaba a un 20%. Los últimos censos la han reducido a un 5%. Y su número sigue bajando. En el Líbano, el más adelantado de los países árabes, cayó del 50 al 40%. El creciente poderío de Hezbollah, grupo armado y sostenido por Irán, aumentó en ese país la inseguridad y la emigración de cristianos. En Siria, que se desangra con una guerra atroz que el mundo contempla paralizado, los cristianos son más o menos el 12%. La brutal dictadura de Asad padre e hijo puede caer, pero no significará un alivio para los cristianos. Entre los rebeldes predominan los islamistas fanatizados, que ya han cometido crímenes por motivos religiosos. Algo similar pasó en Irak, donde la mitad de sus 800.000 cristianos han debido huir tras la caída de Saddam Hussein y el incendio de la principal iglesia de Bagdad durante una misa dominical, reivindicado por los salafistas, que quieren reimponer el estilo de vida existente en los tiempos de Mahoma (siglo VII).
Para expresarlo sin rodeos, la fugaz "primavera árabe" ha sido capturada en la mayor parte de Medio Oriente por la regresión fanática, decidida a imponer un intolerante dogmatismo.
El vicario de la Iglesia Saint George de Bagdad tuvo el coraje de lanzar una frase políticamente incorrecta, que podría costarle la vida. Dijo: "El único lugar de Medio Oriente donde los cristianos están verdaderamente seguros es Israel". Tiene razón: es el único y muy pequeño país de la región donde su comunidad cristiana aumenta sin restricción alguna.
A esta afirmación se debería agregar lo sucedido en la última Navidad. Seiscientos cristianos de la Franja de Gaza obtuvieron el permiso de las autoridades israelíes para trasladarse a Cisjordania. La sorpresa fue mayúscula cuando, al regreso, varias decenas pidieron asilo para quedarse en Israel: no toleran seguir bajo el gobierno de Hamas ni de la Autoridad Palestina. Más sorprendente aún fue que muchas familias cristianas de Jerusalén Oriental se hayan trasladado para la celebración a los sectores judíos de la ciudad, porque se sentían más seguros que entre sus vecinos musulmanes. Según el diario Israel Hayom, varios políticos, periodistas y bloggers fueron detenidos por la Autoridad Palestina cuando se animaron a difundir estos hechos. Oficialmente, el gobierno palestino debe castigar a quienes tengan relaciones comerciales con los israelíes, porque desde hace tiempo ha impuesto un boicot económico bastante absurdo e ineficaz. Según estadísticas que no fueron cuestionadas ni por los más acérrimos críticos, unos 40.000 árabes de Cisjordania tienen permiso de trabajo en Israel y unos 15.000 consiguen trabajo en los cuestionados asentamientos.
La diferencia no presenta dificultades. Israel es un país moderno y democrático, lleno de conflictos, pero cimentado sobre los pilares de la Ilustración. En el resto de Medio Oriente aún falta el cambio que empuje hacia las nuevas conquistas del espíritu. Occidente, al abstenerse de formular las críticas que debería blandir con fuerza, es corresponsable del atraso que sufren cientos de millones de personas.

miércoles, 30 de enero de 2013

Nada vale más que el día de hoy.

Conciencia Semanal con Karen Berg
El poder del día de hoy
Martes, 29 de enero de 2013

Resulta interesante que, en el cuadragésimo tercer Foro Económico Mundial celebrado la semana pasada en Davos, Suiza, un panel de expertos se reunió para una discusión titulada “Los líderes conscientes” en la cual exploraron la importancia de la conciencia para el liderazgo exitoso en los negocios.

No es una sorpresa que esa conciencia sea un tema interesante en la actualidad, no sólo entre estos líderes sino también en las escuelas de gerencia de negocios alrededor del mundo. La verdad es que con todas las distracciones, dudas, temores y responsabilidades que constantemente estamos enfrentando, puede resultar muy difícil estar “presentes” en nuestra vida cotidiana.

La Biblia relata que mientras los israelitas estaban en el desierto, recibían comida un día a la vez. El maná caía del cielo cada día, así que ellos no tenían que (y realmente no podían) crear depósitos para almacenar la comida.

Uno de los mansajes para nosotros en esta historia es que “el día de hoy” es el único día que importa. De hecho, si realmente pensamos en ello, no existe ahora tal cosa como “el mañana”.

Si no somos capaces de dar lo mejor de nosotros el día de hoy, si no somos capaces de sentir una conexión con la chispa divina que cada uno de nosotros tiene en el interior, entonces tenemos que aprender esta simple lección: No podemos sentarnos y esperar por el mañana, un mañana en el que no estemos ocupados o cuando sea “el momento correcto” para compartir y conectar con aquellos a nuestro alrededor y con nuestras propias alma. Como dijo Johann Goethe: “Nada vale más que el día de hoy”.

No se supone que nada de esto sea sencillo. Rav Áshlag escribió que no existe tal cosa como Luz sin oscuridad. Pero todo lo que involucre esfuerzo y lucha en nuestras vidas tiene energía de Luz.

Al ser humanos, todos nosotros encontraremos dudas y dificultades en nuestras vidas. Todos y cada uno de nosotros hemos dudado de nosotros mismos en algún punto: quiénes somos, cuál es el mejor camino para avanzar. Sin embargo, si bien no tenemos a Moisés en nuestra generación para guiarnos fuera de este lugar de incertidumbre, sí tenemos herramientas espirituales y enseñanzas que pueden llevarnos a una consciencia mayor y más elevada. Sólo tenemos que abrirnos al espacio espiritual para utilizarlas. 

lunes, 28 de enero de 2013

En el mundo espiritual , todo cuenta.

¡Y qué!

Lunes, 28 de enero de 2013
Rav Áshlag solía decir que uno debería evitar pensar: “¡Y qué!”, refiriéndose a: ¿A quién le importa si hago esto o no? De hecho, él indicaba que este pensamiento era una de las actitudes más destructivas de la humanidad.

El mundo entero está conectado, y todo lo que hacemos de forma individual lo afecta en su totalidad . Aprendemos esto en nuestros estudios bíblicos, pero si lo buscas en Google, verás que la ciencia se hace eco de esta idea. Cualquier cosa afecta a todas las cosas.

Cada acción que realizamos acerca más el mundo a la Luz, o lo aleja más. No pueden existir los “¡Y qué!” en el camino espiritual porque todo cuenta.

domingo, 27 de enero de 2013

La corrección espiritual - TIKUN

 

Una opción

Del 27 de enero al 2 de febrero de 2013
Aunque todos nosotros nacemos en este mundo con un propósito único individual, los kabbalistas enseñan que también existe un propósito general que todos compartimos (la corrección espiritual, o Tikún). Estamos aquí para transformarnos y limpiar nuestro “equipaje” de vidas pasadas para así poder alcanzar nuestra corrección y por último, nuestra perfección.

Todos estamos destinados a realizar esta corrección. Nos guste o no, todos vamos a cambiar. No depende de nosotros. Lo que sí depende de nosotros es cómo cambiaremos.

Al analizarlo, realmente se nos ha dado una sola opción en la vida. Podemos escoger cambiar de manera proactiva, o podemos ser forzados a cambiar de manera reactiva.

El camino proactivo de cambio comienza cuando nos vemos a nosotros mismos y decimos: “Esta no es la persona que quiero ser”. El simple hecho de tomar la decisión de cambiar es dar un gran paso hacia adelante, ya que está en nuestra naturaleza ser dominados por el Deseo de recibir sólo para nosotros mismos, la parte de nuestra naturaleza que es egoísta, molesta, limitada, que quiere permanecer en la comodidad; la parte que nos controla; la parte de nosotros que es la víctima. Salir de esta mentalidad y comprometerse con la espiritualidad es de hecho bastante sorprendente y no todo el mundo decide hacerlo.

El camino reactivo de cambio es impuesto en nosotros a través de eventos externos y sus efectos. Puede manifestarse como la pérdida de nuestro empleo, nuestros amigos, o peor: perder la salud o la pareja. Si no buscamos ver voluntariamente una necesidad para cambiar, el caos activado a partir de nuestro propio comportamiento reactivo finalmente nos despertará para transformarnos.

En un sentido espiritual, estos dos caminos no son de igual valor. Una persona que ha escogido conscientemente hacer el trabajo espiritual de transformación revela más Luz en comparación con quien simplemente está reaccionando a las fuerzas externas. Y ya que estamos todos conectados, lo que manifestamos, es también revelado al mundo.

De una forma u otra, llegaremos de manera individual y colectiva a la realización y la perfección que están destinadas para nosotros. Si no es en esta vida, entonces será en un tiempo de vida futuro.
Nuestro libre albedrío yace en cuál camino escogemos: El camino de la responsabilidad y la transformación personal, o el camino del sufrimiento.

De cualquier forma necesitamos saber que nuestras acciones pueden ayudar al mundo así como a nosotros mismos, o herirnos y herir al mundo también.

Depende de nosotros.


Todo lo mejor,

Yehuda

miércoles, 23 de enero de 2013

Aprecia las bendiciones en tu vida.

David






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Desarrollar verdadera apreciación



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¿Cuánto aprecio les tienes a las bendiciones en tu vida?
Pienso que la mayoría de nosotros diría que apreciamos nuestros regalos, pero me gustaría despertarte a una apreciación más profunda y significativa.
Los kabbalistas enseñan que la apreciación por nuestras bendiciones actuales crea la vasija dentro de la cual las siguientes bendiciones que deseamos atraer pueden manifestarse. Esto también significa que el grado de nuestra apreciación determina la calidad y cantidad de bendiciones que podemos atraer. Es claro entonces que resulta importante empujarnos a nosotros mismos a despertar consistentemente una apreciación cada vez mayor.
Hace más de 3000 años existió un poderoso y prospero rey. Su nombre fue David. Encuentro su vida y cómo lidió con sus desafíos algo muy inspirador. Como rey, claramente tenía todas las posesiones materiales que pudiera desear. Aún así, encontramos algo bastante peculiar en la forma en la que se refería a sí mismos en sus escritos; una y otra vez escribió: “ya que soy pobre y necesitado”. ¿Cómo podemos entender esta perspectiva que tenía de sí mismo?
Lo que David quiso decir era que cuando veía lo que se merecía o lo que había ganado, él creía que no merecía nada. Por ende, estaba sumamente agradecido y apreciaba hasta el obsequio más pequeño que tenia, incluso el hecho de tener ropajes para vestir. A esto se refería al decir que era pobre, queriendo decir: no he ganado nada, y por eso todo lo que tengo es un regalo gratuito por el cual estoy extremadamente agradecido.
Este es el más alto nivel de apreciación. Un entendimiento constante de que nada está garantizado: ni el hecho de despertarnos en la mañana, tampoco el hecho de tener nuestra familia y amigos, y ni siquiera el hecho de tener comida para alimentarnos y ropa para vestirnos. Este nivel de apreciación no es natural para nosotros y necesita ser desarrollado. Cuando creces en este sentido, comienzas a experimentar la vida con mucho más júbilo. Lo que es más importante, permites que más y mayores bendiciones se manifiesten en tu vida.
Para comenzar este proceso, detente varias veces al día e imagina que no tienes nada, y despierta la apreciación hasta por lo básico que tienes en la vida. Aprecia que tienes ropa para utilizar y comida para comer. Luego piensa en las mayores bendiciones que tienes y despierta una mayor apreciación por ellas.
Pregúntate a ti mismo: ¿Soy una persona más agradecida el día de hoy de lo que era la semana pasada, el mes pasado? Si permanecemos consistentemente en este crecimiento entonces podremos recibir más y mayores bendiciones.
Bendiciones y Luz,
Michael Berg

domingo, 20 de enero de 2013

Sólo Luz - Kabbalah - Afinación semanal.

 




Del 20 al 26 de enero de 2013
Hay una energía disponible en el cosmos durante esta semana que puede ayudarnos a superar nuestros desafíos. Esta semana marca el momento en la historia en el cual Los 72 Nombres de Dios fueron revelados al mundo. Esta fue la herramienta metafísica utilizada por los israelitas para acceder a la energía espiritual para abrir el Mar Rojo. En Kabbalah aprendemos que meditar en Los 72 Nombres de Dios puede asistirnos no sólo a descubrir nuestro propio Mar Rojo (los obstáculos que enfrentamos en la actualidad) sino también a superarlos.

Sin embargo, existe un prerrequisito para conectar con esta energía tan especial que ahora está disponible para nosotros, y es saber que a pesar de cualquier desafío que estemos enfrentando, en tan sólo un segundo la oscuridad puede desaparecer.

Ver lo malo está bien. Creer que lo malo permanecerá no lo está.

A veces perdemos la motivación para hacer nuestro trabajo espiritual. Eso está bien. A veces incluso perdemos el deseo de cambiar. Eso también está bien. Lo único que no está bien es no estar conscientes de que todo puede cambiar.

Cuando atraes la Luz para aguantar, la oscuridad desaparece. Simplemente no puede existir más. Para activar la energía disponible dentro de Los 72 Nombres de Dios, necesitamos tener certeza en que sin importar la negatividad que vemos ahora y que sin importar cuán abrumadores sean los desafíos que enfrentamos, algún día no existirán más y sólo habrá Luz.

No tenemos que saber cómo. Sólo necesitamos saber que todo estará bien.
Entonces podemos hacer nuestro trabajo espiritual. Entonces podemos recibir la energía que está disponible para nosotros. Entonces podemos comenzar a comprometernos en el proceso de cambio.

Este entendimiento puede también proveernos un cambio en cómo percibimos nuestro trabajo espiritual. Ya sea compartir, meditar, salir de nuestra zona de comodidad o estudiar, no hacemos nuestro trabajo espiritual para lidiar con la vida. Ni siquiera lo hacemos por ser buenos. Hacemos nuestro trabajo espiritual porque tenemos certeza en que nos guiará al lugar en el que los obstáculos delante de nosotros dejarán de existir.
Sin importar dónde haya oscuridad en nuestras vidas, habrá Luz.


Todo lo mejor,

Yehuda

viernes, 18 de enero de 2013

La Kabbalah , siempre sabia.


Conciencia Mensual con Karen Berg
Las cosas mejorarán
Miércoles, 16 de enero de 2013
Hubo un artículo en el Huffington Post la semana pasada felicitando a las personas que habían alcanzado sus metas de pérdidas de peso.

Una mujer en particular, cuyo nombre era Kendra, era una madre trabajadora a quien se le hacía difícil comer bien y ejercitarse con su ocupado itinerario. Poco a poco, su alta presión arterial y el dolor físico la llevaron al punto en el que su doctor le dijo que su vida estaba en peligro debido a su obesidad. En ese momento, hizo de su salud su prioridad y logró dar la vuelta a su situación por completo, perdiendo al final 40 kilos.

Menciono esta historia porque es muy claro que si queremos cambiar algo en el mundo físico, necesitamos hacer un esfuerzo y estar dispuestos a enfrentar los desafíos, incluso cuando parecen ser infranqueables.

El problema es que generalmente no entendemos la espiritualidad de la misma manera en que entendemos lo físico.

Por ejemplo: existen expresiones que utilizamos todo el tiempo sobre el ejercicio físico, tales como "si no duele, no sirve", "sal y suda" o "estírate, siente el dolor y vuélvete más fuerte". Lo que no reconocemos es que el mundo espiritual funciona de la misma forma: sin dolor, no hay ganancia. Al igual que en el entrenamiento físico, debemos sentirlo, cuestionarlo y realmente ver si nuestra certeza es real.

Todos nosotros podemos ser muy espirituales cuando las cosas están bien. Pero cuando las cosas van mal, puede ser mucho más fácil lanzar todo al bote y rendirse. Para crecer espiritualmente y alcanzar el siguiente nivel en nuestras vidas, necesitamos hacernos a nosotros mismos una pregunta difícil: Cuando alcanzamos el punto en el que las cosas no son lo que se suponen que sean ¿cómo reaccionamos? ¿Estamos seguros de nuestro camino espiritual en este punto? ¿Tenemos certeza en que existe un plan mayor y un propósito para cada evento que ocurre en nuestras vidas? ¿Entendemos realmente que todo lo que tenemos es la habilidad de subir la escalera espiritual y, al hacerlo, revelar Luz en el mudo? Cada vez que enfrentamos la situación en la que alguien negativo nos dice: "No lo lograrás, no llegarás allí". ¿Tiramos la toalla o vemos una oportunidad y seguimos empujando?

Existe una historia Kabbalística sobre un hombre que fue puesto a cargo de un reino mientras el rey estaba lejos. Los consejeros del rey estaban tan celosos de este hombre que lo golpearon una tarde mientras cumplía sus obligaciones en el palacio. Cuando el rey regresó y encontró a su amigo de confianza en el suelo golpeado y sangrando, le preguntó: "¿Qué te ocurrió?".

El hombre respondió: "Cuando te fuiste, todos estaban celosos de mí y me golpearon hasta dejarme tirado en el suelo".

"¿Cuántas veces te golpearon?" Preguntó el rey.

"Treinta y seis veces" respondió el hombre.

En ese momento el rey tomó 36 monedas de oro y se las dio al hombre: una moneda de oro por cada vez que había sido golpeado. Cuando el hombre regresó a casa, estaba llorando. Cuando su esposa le preguntó confundida: ¿por qué estás llorando?" el dijo: "¿por qué no me golpearon más?".

El punto de esta parábola no es que deberíamos pedir ser golpeados, Dios no lo permita. Pero la historia nos desafía a mirar a nuestras dificultades desde una perspectiva diferente y a apreciarlas por lo que realmente son: oportunidades para revelar más de nuestro potencial en este mundo. ¿Cuántos de nosotros realmente busca desafíos o situaciones incómodas como oportunidades doradas para que podamos cambiar nuestra conciencia o crecer o sentirnos motivados a hacer más por nosotros y por otros?

Esta semana, permíteme recordarte que lo sea que esté ocurriendo en nuestras vidas está allí de hecho para llevarnos al siguiente nivel. La conciencia frente a nosotros debe ser constantemente: no sé por qué debo tomar este camino, pero sé que este es el camino que hará que las cosas mejoren al final.

jueves, 17 de enero de 2013

El rezo del pobre


Jueves, 17 de enero de 2013
El Rey David escribió en los Salmos que cuando una persona reza, debería sentir que es pobre. ¿Qué quiso decir con esto?

Cuando nos acercamos al Creador y pedimos algo, no podemos hacerlo desde la conciencia de: “yo merezco”.

En realidad, no merecemos nada. Estamos pidiendo prestadas todas las bendiciones que recibimos, y todas ellas pueden ser arrebatadas de nosotros en cualquier momento.

De hecho, no existe algo que alguna vez hayamos hecho para merecer la vida que hemos recibido del Creador. ¿Hemos ganado el derecho a despertar otro día? ¿Qué esfuerzos hicimos ayer por el aire que respiramos en este preciso momento? ¿Por la salud que tenemos? ¿Por las amistades que atesoramos?

Es una paradoja increíble: Cuando sabemos que no merecemos nada, conectamos con la Luz y podemos recibirlo todo.

jueves, 3 de enero de 2013

Año Nuevo , Capítulo Nuevo .


     
Año nuevo, nuevo ser, mundo nuevo
Miércoles, 2 de enero de 2013
El año 2013 está sobre nosotros, y mientras nos paramos en el umbral de este nuevo año que desborda oportunidades y el potencial para cambios positivos, muchos de nosotros elaboramos resoluciones para mejorar nuestras vidas. Sea lo que sea que queramos transformar, aquí presento unas cuantas recomendaciones que pueden ayudarnos a navegar los desafíos que inevitablemente encontraremos cuando establezcamos nuestro camino.

1. Todo lo que está en nuestras vidas, sea bueno o malo, es una pieza del rompecabezas de nuestra alma individual. Como explico en mi libro “Continuará: La reencarnación y el propósito de nuestras vidas”, todo lo que ocurre en nuestras vidas contiene una lección para nosotros. Una vez que estamos conscientes de que está es la situación, podemos y deberíamos entender también lo siguiente: “Si mi jefe me despide o mi novia termina conmigo, hay algo que necesito aprender. Tal vez necesite mejorar la forma en la que hago las cosas, o quizás la situación en sí me está convirtiendo en una mejor persona. Una cosa es segura, dicha situación ha venido a ayudarme”.

2. Estamos aquí para convertirnos en líderes en nuestras propias vidas. Pero ¿qué es el verdadero liderazgo? Un líder es alguien que está dispuesto a dominar sus propias ilusiones, sus juicios sobre otros y las nociones preconcebidas sobre las situaciones. Un líder no trata de controlar a otros o el ambiente que lo rodea, más bien intenta controlarse a sí mismo.

Un líder también es alguien que puede hacer que las cosas ocurran. Simplemente tener la visión no es suficiente, especialmente en estos días en que vivimos de la forma en lo hacemos. De acuerdo a los kabbalistas, vivimos en un mundo de acción y ahora el mundo necesita acciones positivas, no sólo visiones positivas. Un líder no es alguien que mira algo y dice: “Oh Dios, eso está mal”. Más bien, un líder ve algo y dice: “Ok, ¿Cómo utilizo las herramientas prácticas para cambiar esta situación para mejor?”.

3. Dios no hace tratos. Nosotros los humanos los hacemos, y muchos. Decimos: “Oraré tres veces al día o daré cuatro horas a la semana para salir de mi rutina y entonces ‘x ‘, ‘y’ o ‘z’ ocurrirán”. Pero cuando x, y o z no ocurren, estamos desconcertados y preguntamos: “¿Cómo es posible? He hecho todas estas cosas; he hecho todo lo que prometí”. Bueno, la razón por la que x, y o z no ocurrieron es porque estábamos intentando hacer un trato con Dios. Desafortunadamente el universo no trabaja de esa manera.

En este mundo, el único trato que podemos realizar es hacer y ser lo mejor que podamos para alcanzar el nivel de entendimiento que Dios ha dado a cada uno de nosotros para que alcancemos, de esta forma, al final despertaremos en la mañana y no sólo veremos la belleza que está frente a nosotros, sino que también nos maravillaremos ante cuán increíble es el que podamos ver.

4. Cada mañana necesitamos tomar una simple decisión: ¿Voy a vivir sólo para mí el día de hoy? o ¿daré de mi ser y haré el trabajo espiritual para poder recibir las bendiciones que realmente están destinadas para mí? La verdad es que podemos crear un mundo nuevo este año. Podemos lograr esto a través de unir todos nuestros esfuerzos para despertar y escoger participar en este Juego de la vida, el cual es trabajar cada día en completar la parte de nosotros que debe finalmente retornar al Creador.

El mundo no terminó el 21 de diciembre de 2012, pero tal vez hemos comenzado un capítulo nuevo. El mundo reposa en la balanza entre gran positividad y gran negatividad, todos y cada uno de nosotros somos quienes, a través de nuestras acciones y nuestra conciencia, decidiremos hacia qué lado se inclinará la balanza.
Fuente
Karen Berg - Kabbalah

martes, 1 de enero de 2013

Comenzando 2013


Encontrar una solución

Martes, 1 de enero de 2013
Cuando tenemos un problema, la mayor parte del tiempo solemos darle mucha más energía de la que se merece.

Nos preocupamos. Pensamos en ello. Pensamos nuevamente en ello. Colocamos en una balanza nuestras emociones y nuestros sentimientos sobre el tema.

Hacemos que nuestros problemas se vean más grandes de lo que realmente son, pero en comparación con todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor y de la inmensidad del universo, nuestros problemas son realmente del tamaño de un grano de arena.

A veces, parte de encontrar una solución a nuestros problemas es no enfocarnos mucho en ellos. En lugar de esto, ve y ayuda a alguien más con su problema.

Al dejar de alimentar los problemas que enfrentamos en nuestra vida con energía innecesaria, podemos dejar de caer en la ilusión de que son tan grandes. En vez de eso, podemos comenzar a ver la verdadera realidad de nuestros problemas que, si bien no son insignificantes, ciertamente no son montañas infranqueables.