viernes, 7 de mayo de 2010

INSOMNIO Y ESTRES


Por el estrés, el insomnio ya ataca a mujeres jóvenes

|Un trastorno que ahora empieza a los 30 años. Era un problema que comenzaba con la menopausia. Pero el exceso de ocupaciones cotidianas hizo que las mujeres de entre 30 y 45 años duerman menos y peor. Lo padece una de cada tres.

Por sus permanentes actividades y preocupaciones. Porque la mujer siglo XXI trabaja las mismas horas que los hombres, soporta presiones idénticas, y además mantiene la costumbre de ser quien más se ocupa del hogar y los hijos. Por todo eso, el género femenino ha perdido horas de sueño desde que ganó lugar en la sociedad. Y lo padece.

Especialistas de todo el mundo coinciden al afirmar que ahora son las mujeres de entre 30 y 45 años las que sufren los trastornos de sueño más que nadie. El estrés, como consecuencia de lo enumerado anteriormente, es la causa principal que lleva a este grupo femenino a sufrir a la hora de (no poder) dormir y de atravesar el día, puesto que la falta de sueño genera somnolencia. Y ésta atenta contra el rendimiento.

La combinación "ser madre + ser hija + ser ama de casa + tener un trabajo" parece letal. Los estudios indican que el 30 % de los argentinos tiene problemas para dormir y que, de ese número, más de tres de cada diez son mujeres. Si a eso se le suma otro relevamiento reciente de D'Alessio Irol, que marcó que el 40 % de las mujeres se siente estresada cotidianamente, las evidencias sobran.

Las investigaciones médicas siempre habían hecho foco en los trastornos del sueño a partir de la perimenopausia. Los especialistas reconocen que hubo un cambio: "Ahora hay muchas más consultas de mujeres jóvenes", avisa Mirta Averbuch, jefa de la Unidad de Medicina del Sueño del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Daniel Cardinali, investigador en medicina del sueño para el Conicet, remarca también cómo han cambiado los tiempos: "Hace 20 años los viejos se diferenciaban por tener tres veces más trastornos del sueño. Hoy los jóvenes tienen el mismo valor que los viejos. El grupo de riesgo más grande actualmente es la gente joven, que vive con dos horas de sueño menos que hace dos décadas".

¿Por qué afecta a las mujeres de entre 30 y 45 más que a nadie? "Ahora las mujeres tienen hijos más tarde, a partir de los 30, y a esa edad se combinan muchas cosas. Hay más de una causa: tienen mayor sensibilidad a los ruidos y se despiertan más fácilmente que los hombres. Mientras los niños son pequeños, las madres suelen estar más alerta que los padres.Esto implica varios despertares nocturnos durante muchos años. Cuando son adolescentes, las madres no descansan hasta escuchar que los hijos vuelven a la casa. La mujer tiene una mayor tendencia a preocuparse excesivamente por las cosas y llevarse los problemas a la cama. Además de la profesión y los quehaceres domésticos: aunque la mujer no cocine, la organizadora del hogar es ella y seguirá siéndolo", enumera Averbuch, que además dirige el Instituto Somnos de medicina del sueño.

El ritmo incesante no es exclusivo de Argentina. Ocurren en todo el mundo. En Chile y España, por caso, estudios marcan que el 30% de las mujeres de 30 años (casi una de cada tres) padece insomnio y todas duermen menos de 8 horas.

"No se le da al sueño la importancia que tiene con el fin de descansar", cuestiona Guillermo Montiel, a cargo laboratorio del sueño del Centro Rossi, y continúa: "Se come apurado y se duerme apurado. No existe preparación para dormir. Llego, como y me voy a la cama. Uno no le da al sueño el lugar que debe tener y más a esa edad, donde todavía el cuerpo aguanta. Pero después empiezan los problemas".

El insomnio no es sólo tardar en quedarse dormido. También, dormir con el sueño fraccionado y su consecuencia: la somnolencia durante el día. Si esto se vuelve crónico empiezan las dificultades para concentrarse.

Muchas mujeres caen rápidamente en la medicación. Pero los especialistas aconsejan probar antes otros métodos menos peligrosos. "El insomnio es crónico en la sociedad. Para evitarlo, hay que cambiar los hábitos: no usar el televisor en el cuarto si perturba su sueño, no hacer ejercicios físicos intensos antes de dormir, cenar frugalmente. Si eso no funciona, la siguiente línea, hoy muy consolidada, es el enfoque de los relojes biológicos: despertarse con la luz de la mañana y tomar un comprimido de melatonina en la noche (venta libre). Recién la tercera son los hipnóticos, que tienen muchos efectos colaterales negativos", explica Cardinali.

fuente
diario Clarin.

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