Japón. Primavera de los cerezos en flor o el encanto de lo efímero
En Japón durante el equinoccio de Primavera, que sucede el 20 ó 21 de marzo (según el año), tiene lugar el Shunbun No Hi que es una fiesta nacional que se celebra en el momento en que días y noches tienen la misma duración y el sol está sobre el ecuador. La creencia budista dice que en este día los muertos pueden cruzar el río que lleva al paraíso eterno. En este día, o cualquier otro a lo largo de la semana, es costumbre budista visitar las tumbas de los antepasados y practicar servicios religiosos en casa o en los templos.
En Japón durante el equinoccio de Primavera, que sucede el 20 ó 21 de marzo (según el año), tiene lugar el Shunbun No Hi que es una fiesta nacional que se celebra en el momento en que días y noches tienen la misma duración y el sol está sobre el ecuador. La creencia budista dice que en este día los muertos pueden cruzar el río que lleva al paraíso eterno. En este día, o cualquier otro a lo largo de la semana, es costumbre budista visitar las tumbas de los antepasados y practicar servicios religiosos en casa o en los templos.
Pero desde fines de Marzo hasta los inicios de Abril, los cerezos florecen por todo Japón. Es cuando comienza el hanami o “fiesta de la observación de las flores”.
Todo el país cobra vida, los paisajes se colorean, y adquieren un escanto irresistible. Espectáculo que dura pocos días y que nadie se quiere perder.
Todo el país cobra vida, los paisajes se colorean, y adquieren un escanto irresistible. Espectáculo que dura pocos días y que nadie se quiere perder.
La primavera es uno de los momentos privilegiados para estar allí. De sur a norte, según los distintos climas de cada región, la flor de los cerezos va tiñendo el paisaje. Primero florecen los de la región más meridional, que son las islas de Okinawa y los últimos en la isla de Hokkaido , la zona más septentrional.
La floración del cerezo anuncia la presencia de la primavera y hay una serie de tradiciones y toda una cultura en torno a este momento incomparable.
La floración del cerezo anuncia la presencia de la primavera y hay una serie de tradiciones y toda una cultura en torno a este momento incomparable.
Se organizan festivales en santuarios, en parques públicos y también en templosEl festival del cerezo “Ume Matsuri” se inicia entre febrero y marzo. Cientos de personas salen a comer a los parques para celebrar esta época también llamada hanami. Es tradición observar la belleza de las flores, pero en este período en que florecen los cerezos y en el que los japoneses acuden masivamente a parques y jardines a contemplarlos,flores y primavera van indisolublemente de la mano.
Mientras en Tokio pueden estar celebrando y disfrutando, en alguna otra parte del país están esperando con impaciencia. El pronóstico de florecimiento es anunciado cada año por la oficina de meteorología. Los programas de noticias informan día a día la cuenta regresiva del florecimiento del sakura (la flor del cerezo) para que la gente pueda prepararse.
Mientras en Tokio pueden estar celebrando y disfrutando, en alguna otra parte del país están esperando con impaciencia. El pronóstico de florecimiento es anunciado cada año por la oficina de meteorología. Los programas de noticias informan día a día la cuenta regresiva del florecimiento del sakura (la flor del cerezo) para que la gente pueda prepararse.
Japón se llena de delicadas flores blancas y rosas. Es posible apreciar cuántos cerezos hay por todos los rincones del país. A veces hay kilómetros y kilómetros de cerezos en flor, como en Kioto, pero si estamos en Osaka tenemos que acercarse al castillo para disfrutar de ellos.
Es unánime la simpatía que sienten todos los japoneses por estas pequeñas y sutiles flores.
El cerezo no es autóctono de Japón. Fue llevado desde China muchos siglos atrás. Con el transcurso del tiempo ha devenido uno de los símbolos de la cultura nipona que está presente tanto en pinturas, en cómics y dibujos animados, en porcelanas, en su literatura, y otras manifestaciones culturales.
Es costumbre hacer un picnic bajo la sombra de los cerezos en flor. Los enamorados, los grupos de amigos, las familias, los compañeros de trabajo pasan un agradable y tradicional momento en el que se festeja la fecundidad que prodiga la naturaleza después de terminar el frío invierno.
Este espectáculo de la floración dura una semana, de modo que hay que apresurarse y no dejar para mañana la visita que puedes hacer hoy. Es posible que al día siguiente de florecer comiencen a desarmarse. La lluvia de pétalos también es encantadora. Y si llueve, ni siquiera hay espectáculo. Hay que estar atentos, comprar comida y bebida, salir con premura a un parque para reservar un buen sitio ya que luego es imposible encontrar ni un rincón lejano .
Los sitios emblemáticos para no perderse esta fiesta son el Parque Koishikawa en Tokio, el parque de Ueno cerca del barrio de electrónica Akihabara y por supuesto Nara, la centenaria ciudad.
Esta fiesta aunque no es oficial, es muy popular, dura un fin de semana en el que la comida, el alcohol, los amigos y las flores son los protagonistas.
Es unánime la simpatía que sienten todos los japoneses por estas pequeñas y sutiles flores.
El cerezo no es autóctono de Japón. Fue llevado desde China muchos siglos atrás. Con el transcurso del tiempo ha devenido uno de los símbolos de la cultura nipona que está presente tanto en pinturas, en cómics y dibujos animados, en porcelanas, en su literatura, y otras manifestaciones culturales.
Es costumbre hacer un picnic bajo la sombra de los cerezos en flor. Los enamorados, los grupos de amigos, las familias, los compañeros de trabajo pasan un agradable y tradicional momento en el que se festeja la fecundidad que prodiga la naturaleza después de terminar el frío invierno.
Este espectáculo de la floración dura una semana, de modo que hay que apresurarse y no dejar para mañana la visita que puedes hacer hoy. Es posible que al día siguiente de florecer comiencen a desarmarse. La lluvia de pétalos también es encantadora. Y si llueve, ni siquiera hay espectáculo. Hay que estar atentos, comprar comida y bebida, salir con premura a un parque para reservar un buen sitio ya que luego es imposible encontrar ni un rincón lejano .
Los sitios emblemáticos para no perderse esta fiesta son el Parque Koishikawa en Tokio, el parque de Ueno cerca del barrio de electrónica Akihabara y por supuesto Nara, la centenaria ciudad.
Esta fiesta aunque no es oficial, es muy popular, dura un fin de semana en el que la comida, el alcohol, los amigos y las flores son los protagonistas.
Fuente: sobrejapón - wikipedia - wikimedia
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