De regreso Mikao Usui del monte Kurama, de sus veintiun dias de meditacion , revelacion y redescubrimiento del Reiki, se dirigio a su monasterio.
Decidio despues de unos dias ir a la ciudad, al barrio de mendigos de Kyoto, a tratar de ayudarlos para que llevaran una vida mejor.
Trabajo siete años en un asilo tratando diferentes enfermedades. Un dia, sin embargo noto que la misma gente, las mismas caras que habia sanado, regresaban.
Cuando les pregunto porque no habian comenzado una nueva vida, le contestaron que el trabajar era muy problematico y que era mejor seguir mendigando.
Usui se estremecio y lloro. En ese momento entendio que habia olvidado algo de gran importancia en su trabajo, enseñarle gratitud a los mendigos.
Poco despues dejo el asilo y regreso a Kyoto donde prendio una gran antorcha y se paro en las calles.
Cuando le preguntaron porque lo hacia, su respuesta fue : busco gente que desee la VERDADERA LUZ, gente que estuviera enferma y oprimida y deseara ser curada.
Esta breve anecdota del Dr. Usui nos servira de entrada al meollo de lo que quiero transmitir a reikistas y a no iniciados.
A menudo me pregunto si el Reiki debe ser ofrecido o mejor esperamos el pedido de quienes lo requieran.
Podemos ofrecer Reiki a menores, ancianos o discapacitados que no lo puedan solicitar.
Sí. Recordemos que se parte de la convicción profunda y la intención personal de hacer el bien a los demás. Ante tal circunstancia, demos Reiki y dejemos que la energía haga lo suyo.
Sin embargo la experiencia me indica que en la mayoria de los casos ( aun cuando lo ofrecemos con todo nuestro amor y voluntad de ayudar) , nuestro familiar o amigo , se siente casi obligado a recibirlo y el efecto no suele ser el que nosotros esperamos.
Es decir, cuando no media en el enfermo la intencion de sanar, cuando ha hecho de la enfermedad un camino, cuando cree que no ha llegado su tiempo, la energia que podemos canalizarle, no redunda en su beneficio como lo haria ante su disposicion a recibir la Luz.
Debemos analizar la situacion una y otra vez antes de ofrecer el tratamiento.
Me viene a la memoria una frase que escuche de mi maestra mas de una vez, uno de los dolores mas grandes del reikista, es sufrir el rechazo de sus seres mas allegados.
Si alli estamos nosotros, con el regalo de Dios en nuestras manos, porque buscar otros caminos ..... honestamente, no tengo la respuesta, pero es asi.
Mikao Usui se ofrecio a sanar a los mendigos sin que estos lo hubieran pedido y ya conocemos el final de la historia.
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