martes, 25 de octubre de 2011

SALUD - BIOENERGETICA - NUEVA VITALIDAD.

CUERPO , MENTE Y ENRGIA
Para restaurar la vitalidad y resolver problemas emocionales, la bioenergética se erige como una buena disciplina

Por Luis Aubele | Para LA NACION

Silia Kojnover muestra los dedos de su mano: "Si mira con atención notará una sutil, casi imperceptible, vibración. Eso es energía, nuestra energía. Porque somos energía, y cuando esa energía no puede fluir y vibrar porque está bloqueada., ¡nos sentimos mal! Los dolores, todos los bloqueos que hay en nuestro cuerpo son el reflejo de lo que nos pasa. De lo que sentimos, pensamos y hacemos. Todo lo que sucede en la mente refleja lo que está sucediendo o sucedió en el cuerpo. Nuestra respuesta para ayudar a restaurar la vitalidad y abrir el corazón a la vida y al amor es la bioenergética", agrega.

El origen de la disciplina. La bioenergética, o análisis bioenergético, fue creada por el médico y psicoterapeuta norteamericano Alexander Lowen (1910-2008). Estudió con Wilhelm Reich entre 1940 y 1952, cuando empezó a dedicarse profesionalmente a la psicoterapia, y en 1956 fundó el International Institute for Bioenergetic Analysis. La técnica fue traída a la Argentina en 1994 por una discípula de Lowen, la psicóloga Norma Litvin, que fundó su Bioescuela de la calle Cabrera, en Palermo, y creó la carrera de Terapia Corporal Bioenergética, donde se formaron Kojnover y su socia, Liliana Morello.

Nueva vitalidad. "La bioenergética es una forma revolucionaria de psicoterapia diseñada para entender la personalidad del ser humano en términos del cuerpo y sus procesos energéticos. Combina el trabajo con el cuerpo y la mente para ayudar a resolver problemas emocionales y comprender mejor su potencial para el placer de disfrutar de la vida. Nos abre las puertas a una auténtica y nueva vitalidad: sentir y pensar como cuerpos sensibles y vibrantes."

Carga y descarga expresiva. Una sesión de bioenergética comienza con movimientos de calentamiento y sigue con ejercicios de carga y descarga expresiva. En casi todos, los pies están firmemente apoyados en el piso para mantener una sensación constante de realidad, mientras que el tronco y la cabeza giran libres en el espacio para liberar la mente. Se termina con posturas de relax y reposo, para volver luego al ritmo de la vida cotidiana.

Objetivos. Según la terapeuta, con la práctica de la bioenergética se busca que los participantes puedan vivenciar y experimentar con su cuerpo. Que incorporen técnicas de respiración consciente, flexibilicen y tonifiquen el sistema articular y muscular para optimizar la movilidad corporal, desarrollen el pensamiento positivo y las capacidades de reflexión y concentración, amplíen sus lenguajes corporales, visualicen su interior y expandan sus capacidades en armonía. "A través de movimientos naturales buscamos calmar la mente y serenar el cuerpo, mejorando la relación con uno mismo, con el medio y su interrelación con los otros."

Integrarse al mundo, no dominarlo. "Resumiendo, desde la bioenergética trabajamos con un nuevo concepto de salud. Una mirada que permite ver al hombre como un ser que busca integrarse al mundo en vez de explotarlo y dominarlo. Un habitante que comienza a darse cuenta de su verdadera realidad corporal, cuidándola y respetándola", concluye Silia.

CURRÍCULUM
Silia V. Kojnover es profesora nacional de expresión corporal, profesora de yoga integral especializada en trabajo con chicos, terapeuta corporal bioenergética y coordinadora bioenergética, todos títulos obtenidos en la Bioescuela de Norma Litvin.

PRESENTE
Una recomendación de Kojovner: "Este es un ejercicio básico vibratorio y de toma a tierra, pensado para conectar con el momento presente. La posición inicial es de pie, con las piernas separadas unos 25 centímetros entre sí y los dedos de los pies ligeramente vueltos hacia adentro, con el fin de estirar algunos músculos de las nalgas. Después, inclinarse hacia adelante en grounding invertido, es decir, llevando el mentón al pecho, ir bajando con el peso de la cabeza, aflojando el cuerpo y colgando los brazos hacia el suelo. Dejar espacio para que respire la panza y quedarse ahí, soltando la cabeza, los brazos, los hombros y el tronco. Respirar a través de la boca, con facilidad y profundidad. Luego, empujando con los pies el suelo, ir subiendo desde esa posición hacia arriba, vértebra por vértebra. La cabeza es lo último que sube. Si hay vibración en las piernas, dejarla fluir".

No hay comentarios:

Publicar un comentario