domingo, 7 de agosto de 2011

SOCIEDAD - THE NEW YORK TIMES - IMPACTANTE PORTADA




En un sorpresivo gesto periodístico, y a contramano del resto de los diarios de Estados Unidos, que abrieron el 2 de Agosto sus portadas con la noticia principal del acuerdo en el Congreso para aprobar una ley que evitara el riesgo de caer en default, The New York Times abrió su primera plana de ese día con la foto de un niño somalí, desnudo y desnutrido, sobre una mesa, en un hospital. Esta imagen de absoluta crudeza generó un impacto muy fuerte en los lectores y tuvo miles de reacciones en Internet. La foto es terrible y es difícil mantener la vista sobre ella durante mucho tiempo. Produce un desgarro profundo a cualquiera que la mire. Este niño desnutrido, que tapa su rostro como si quisiera protegerse de las calamidades que lo acosan, es sólo un caso de una tragedia de proporciones bíblicas. Según Unicef, hay 2,3 millones de niños con malnutrición aguda en la región del "Cuerno de África" (Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopía) y más de 500 mil morirán si no reciben ayuda en las próximas semanas. La situación es catastrófica y exige ayuda internacional urgente.
Esta imagen es un recordatorio a la especie de que ha olvidado una parte de sí misma y de que la está dejando morir. Es mucho más fuerte que cualquier testimonio y que cualquier editorial. Es un duro llamado de atención al mundo desarrollado acerca de la existencia de congéneres que, en algún lado, se están muriendo masivamente de hambre y a los cuales se podría ayudar. No parece casualidad que en el momento cúlmine de la discusión americana en el Congreso, sobre la capacidad de extender los montos de endeudamiento del país, se haya colocado esa foto en primera plana. Aunque uno de los directores del NYT haya simplificado la cuestión: "No hay razón para eclipsar una catástrofe humana en África. Nuestros lectores pueden seguir más de una historia importante". Sin embargo, el criterio de oportunidad, el momento decidido para la publicación y su coincidencia con que la atención pública estaba totalmente concentrada en otro asunto son significativos. Las problemáticas del Tea Party colocadas al lado de un niño malnutrido le dieron a esta decisión editorial una repercusión de otro orden. Y lo inesperado de la publicación, lejos de eclipsar la noticia, la realzó fuertemente.
A la vez, parece haber un metamensaje en la publicación de esta foto en la portada, en el momento en que EE.UU. discute cuánto más habrá de endeudarse para vivir. Algún vaso comunicante entre las dos noticias se crea en la mente del lector. Esta portada dice, en esencia, y sin palabras: "Nos damos el lujo de discutir dónde pondremos el límite para vivir por encima de nuestras posibilidades, mientras que en otras partes hay seres humanos conminados a morir por debajo de toda posibilidad". Así, la foto puso en una misma escala las prioridades de quienes podemos pensar cómo organizar mejor nuestra vida y las de quienes sólo pueden preguntarse cómo hacer para vivir. La foto no desnudó sólo el costado suntuoso de la discusión por la deuda. Desnudó el aspecto suntuoso que tiene casi cualquier discusión mientras exista este problema..

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