viernes, 12 de agosto de 2011

ESCUCHAR A FONDO Y HABLAR CON AMOR.


Escuchar a fondo y hablar con Amor.

Escuchar atentamente y con compasión es esencial para lograr la paz personal, comunitaria, nacional e internacional. En esta práctica debemos escuchar con toda nuestra conciencia y concentración para dar al que está sufriendo la oportunidad de expresarse. Incluso si ese discurso está lleno de culpa, amargura y condena debemos seguir escuchando porque sabemos que al hacerlo emprendemos el camino de la paz. En cambio, si interrumpimos, negamos o corregimos, haremos muy difícil el diálogo. Cuando el que sufre siente que lo escuchan profundamente, se libera, puede expresarse y siente alivio en su dolor.

La intención de escuchar es restaurar la comunicación, porque una vez que se ha restaurado la comunicación, todo es posible. He visto a muchas parejas que al practicar el escuchar a fondo entablaron un diálogo de amor y restauraron una relación difícil. Muchos padres e hijos, maridos y esposas han devuelto la felicidad a sus familias a través de esta práctica.
Escuchar a alguien con compasión puede convertirnos en un amigo. Puede ser que nadie nunca haya tenido la paciencia de escucharlo, que uno sea la primera persona capaz de oírlo con afecto y darle el alivio que necesita. Entonces, usted se convierte en bodhisattva, un ser que acaba con el sufrimiento. Se pierde un enemigo y gana un amigo.
Durante la guerra en Vietnam, las dos partes operaban y reaccionaban sobre la base del miedo. Durante cualquier guerra -la guerra en nuestro interior, con nuestros padres, nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros vecinos, nuestras naciones- actuamos y reaccionamos presos por el miedo.
Cuando actuamos movidos por el miedo, causamos dolor y destrucción en nosotros y en los demás. El miedo es producto de la ignorancia y la falta de compasión, y ésa es la atmósfera de la guerra. Mientras que la compasión y la lucidez florecen en la comprensión. Escuchar a fondo y hablar con amor puede transformar el error y el sufrimiento. Con conciencia podemos protegernos del peligro.
Thich Nhat Hanh, vietnamita, es monje budista zen, escritor, poeta y maestro. Aquí, un fragmento de su libro Construir la paz..


fuente
lanacion.com.ar

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