El arzobispo Bergoglio dijo que la Semana Santa "no es para hacer turismo"
El arzobispo de Buenos Aires instó a los fieles a no creerse "poderosos" o "los mejores". "Hay que dejarse acariciar el corazón y no cerrarlo a Dios" sostuvo el cardenal durante la homilía. Fue en la parroquia San Ildefonso, ubicada en el barrio de Palermo.
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, reclamó este domingo a la sociedad una mayor actitud de servicio y exhortó a los fieles a no creerse "poderosos" o "los mejores", al presidir la tradicional misa del domingo de Ramos.
"La gente está cansada de tanta guerra, de tantas peleas y de tanto odio. Está cansada de tantas desuniones, de tanta gente abandonada, de tantos chicos que no tienen zapatillas o comen mal", advirtió el cardenal durante la celebración eucarística que da inicio a la Semana Santa.
Además, el primado insistió en que "hay que mirar a los demás", y recordó que "sólo aquellos que aman se bajan a quienes más necesitan, sólo quienes se dejan perdonar por Jesús pueden perdonar".
Por último, Bergoglio criticó a quienes piensan que Semana Santa "es para el turismo" o para "hacer negocios". Y le sugirió a los fieles "dejarse acariciar por un minuto en estos días por el amor de Dios"."No hagamos mucha filosofía, es sencillo, hay que dejarse acariciar el corazón y no cerrarlo a Dios, porque él no se cansa de amar, dejémonos amar para amar", sostuvo el arzobispo porteño durante la misa en la parroquia San Ildefonso, del barrio porteño de Palermo.
En tanto, en la Catedral Metropolitana la bendición estuvo a cargo del obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Mario Poli.
En el Domingo de Ramos, primer día de la Semana Santa, la grey católica conmemora la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén, donde fue recibido por una muchedumbre que agitaba ramas de olivo.
"La gente está cansada de tanta guerra, de tantas peleas y de tanto odio. Está cansada de tantas desuniones, de tanta gente abandonada, de tantos chicos que no tienen zapatillas o comen mal", advirtió el cardenal durante la celebración eucarística que da inicio a la Semana Santa.
Además, el primado insistió en que "hay que mirar a los demás", y recordó que "sólo aquellos que aman se bajan a quienes más necesitan, sólo quienes se dejan perdonar por Jesús pueden perdonar".
Por último, Bergoglio criticó a quienes piensan que Semana Santa "es para el turismo" o para "hacer negocios". Y le sugirió a los fieles "dejarse acariciar por un minuto en estos días por el amor de Dios"."No hagamos mucha filosofía, es sencillo, hay que dejarse acariciar el corazón y no cerrarlo a Dios, porque él no se cansa de amar, dejémonos amar para amar", sostuvo el arzobispo porteño durante la misa en la parroquia San Ildefonso, del barrio porteño de Palermo.
En tanto, en la Catedral Metropolitana la bendición estuvo a cargo del obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Mario Poli.
En el Domingo de Ramos, primer día de la Semana Santa, la grey católica conmemora la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén, donde fue recibido por una muchedumbre que agitaba ramas de olivo.
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