viernes, 1 de abril de 2011

TAO TE CHING - El libro sagrado del Taoismo - Fragmentos.


El Tao Te Ching, uno de los libros más importantes y enigmáticos del pensamiento oriental, fue escrito por el sabio Lao-Tse (siglo VI a.C.). Aquí, unos fragmentos.


Treinta radios convergen en el buje de una rueda, y es ese espacio vacío lo que permite al carro cumplir su función.
Modelando el barro se hacen los recipientes, y es su espacio vacío lo que los hace útiles.
Puertas y ventanas se abren en las paredes de una casa, y es el espacio vacío lo que permite que la casa pueda ser habitada.
Lo que existe sirve para ser poseído.
Lo que no existe sirve para cumplir una función.
Sé humilde y permanecerás íntegro.
Inclínate y permanecerás erguido.
Vacíate y seguirás pleno.
Consúmete y serás renovado.
El que tiene poco, recibirá.
El que tiene mucho se turbará.
Por eso, el sabio abraza la unidad y se convierte en modelo para el mundo.
No se exhibe, y por eso destaca.
No se afirma a sí mismo, y por eso brilla.
No se vanagloria, y por eso obtiene reconocimiento.
No da importancia a su persona, y por eso otros lo realzan.
Y porque no compite, nadie en el mundo puede competir con él.
El antiguo proverbio: "Sé humilde y permanecerás íntegro", ¿es una frase vacía?
Esa es la vía que conduce a la plenitud.
El cielo es eterno y la tierra permanente.
La razón por la que son eternos y permanentes es porque no viven para sí mismos.
Por eso viven largamente.
Del mismo modo el sabio, situándose detrás, se coloca adelante.
Desprendiéndose de su yo, su yo se conserva. 

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