Todo lo que va, vuelve
Del 13 al 19 de noviembre de 2011
Cuando algo malo ocurre en la vida, nuestro instinto es mirar hacia arriba y clamar a Dios: “¿Cómo me puedes hacer esto?”. Sin embargo, los grandes Kabbalistas a lo largo de la historia han estado en desacuerdo con esta idea. Ellos enseñan que en realidad nosotros somos la causa de nuestro propio caos, dolor y sufrimiento.
Según la Kabbalah, el 99% del caos en la vida de una persona está causado por el mal de ojo. El mal de ojo es lo que ocurre cuando miramos con celos, juicio y odio lo que otra persona tiene. La revelación que más miedo da es que no tenemos que ser una persona mala para provocar el mal de ojo. Lamentablemente lo hacemos a menudo, aunque inconscientemente, sin darnos cuenta de las consecuencias que tiene. Así es cómo funciona: el mundo está estratégicamente diseñado para que todas las personas en nuestra vida –desde nuestros amigos más cercanos a nuestros conocidos casuales; desde los miembros más queridos de nuestra familia a los desconocidos que nos cruzamos por la calle– comparten comportamientos similares a los nuestros. Nos reflejan para que podamos tener la oportunidad de ver lo que necesitamos cambiar proactivamente de nosotros mismos. Sin embargo, o no somos conscientes de este hecho, o si lo hemos aprendido nos olvidamos de él. Es importante que recordemos que en el momento en que elegimos dejarnos llevar por pensamientos de crítica, envidia y odio, estamos apretando el gatillo hacia nosotros mismos. En otras palabras, una vez que proyectamos el mal de ojo sobre otra persona, abrimos la puerta para que el mal de ojo y las fuerzas del juicio vengan a nosotros. ¿Por qué? Por la ley universal conocida como el Efecto Bumerán: todo lo que va, vuelve. Así pues depende de nosotros cuidar de nosotros mismos. Siempre será así. En parte el motivo por el cual juzgamos a otros es porque dudamos de que podamos tener lo que esa persona tiene. No tenemos la certeza de que el Creador quiere el mismo éxito y felicidad para nosotros. Durante esta semana, tu misión es profundamente simple. Cada vez que mires a alguien y pienses: “¿Por qué no tengo eso?” o “No me gusta esa persona”, haz lo siguiente:
Al concentrarte en apreciar lo que tienes en lugar de mirar lo que otros tienen y tú no, puedes neutralizar tu envidia, diluir tus celos y poner fin a todos tus actos de juicio justificados para poder protegerte a ti mismo y a los demás de tu propio mal de ojo.
¡Que tengas una semana maravillosa y libre de juicio! Todo lo mejor, Yehuda
Secuencia de los 72 Nombres conectada a esta semana
Un escudo de energía positiva me envuelve, ofreciendo protección contra vistazos negativos, miradas de envidia y malas intenciones de otros.
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domingo, 13 de noviembre de 2011
AFINACION SEMANAL DE LA CONCIENCIA DE LA KABBALAH.
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