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Las recompensas de la restricción
Lunes, 8 de abril de 2013
De los muchos principios kabbalísticos, uno sobre el cual mi padre el
Rav pone el mayor énfasis es en la enseñanza del concepto de la
restricción. Ya sea una restricción física como dejar pasar esa porción
extra de pastel a favor de ser más saludable, o en cuestiones de la
mente como pensar antes de hablar, la restricción es la clave para
recibir todo lo que realmente queremos de la vida.
¡El problema es que la restricción no siempre se siente bien al
principio! Por eso es que la restricción es como un músculo: mientras
más ejercitemos el dejar ir la gratificación a corto plazo a cambio de
la realización duradera, nos volveremos mejores. Al igual que en el
primer día de gimnasio, podemos sentirnos débiles, adoloridos e incluso
lastimados, pero puedes estar seguro de que los resultados llegarán con
el esfuerzo consistente.
Las recompensas de la restricción son excepcionalmente más valiosas que aquellas de cualquier placer momentáneo.
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