Jueves, 13 de septiembre de 2012 |
Ahora, más que nunca, la gente está esforzándose por un propósito espiritual: ser mejores seres humanos. Pero para aquellos de nosotros que ya estamos en un camino espiritual en el cual estamos conectados, rezando y haciendo cosas por otros, es más difícil encontrar qué necesitamos cambiar exactamente y cómo podemos alcanzar el siguiente nivel.
Algunas veces los que hemos llegado a la espiritualidad decimos: “no entiendo, ¿cómo es que no he llegado allí aún? Nos frustramos. Sentimos que estamos detrás cuando deberíamos estar 10 pasos delante. Pero en realidad, ¿quién dice que debemos estar ahí? Un aspecto en el que debemos trabajar, incluso una vez que nos hemos vuelto espirituales, es no buscar el camino rápido hacia el Cielo. Un camino espiritual no siempre va hacia arriba. La prueba espiritual que debemos enfrentar y superar para crecer podría ser mucho más difícil y complicada.
Nadie se convierte en una persona justa de la noche a la mañana. Es un trabajo difícil, de hecho, ya que incluido en el estudio de la Kabbalah está el trabajo de estar dispuestos a vernos a nosotros mismos a los ojos de verdad. Generalmente, nos gusta señalar lo que está mal con nuestros colegas, nuestra pareja o nuestros vecinos. Pero lo que realmente necesitamos recordar es que cuando apuntamos un dedo hay tres más apuntándonos a nosotros.
Una de las formas en que podemos acelerar nuestro proceso es buscar las emociones negativas que crean caos en nuestras vidas. Como he mencionado muchas veces ¿cuál es el castigo por los celos? Más celos. Los celos son la conciencia de “sin importar lo que tenga, nunca estaré feliz”. Los celos son la incapacidad de apreciar lo que tenemos. Cualquier emoción negativa como los celos es como un cáncer. ¡La emoción negativa en sí es la enfermedad! Pero no existe ninguna cura externa para el odio y el rencor. Se requiere un cambio interno. Si podemos comprender este concepto y aplicarlo a todos los tipos de emociones negativas que experimentamos, entonces podemos comenzar a construir una unidad de espíritu en nosotros.
Con cualquier cosa que queramos en nuestra vida, necesitamos comenzar a nivel de la semilla construir con honestidad y fortaleza desde la raíz. Podemos hacer que crezca un hermoso árbol si plantamos la semilla correcta. Estamos en tiempos en los que todos podemos tomar acciones internas: para determinar aquellas cosas que tenemos que cambiar; entonces retirar de nuestro banco de energía para manifestar ése cambio. Esto requerirá una gran parte de investigación y conexión espiritual. Pero es a través de esta búsqueda que seremos movidos y guiados, no por el profesor parado frente a nosotros y que dice que esto es lo que deberíamos hacer, sino por la Luz que obtenemos del trabajo que hacemos y de las acciones que realizamos para construir nuestra espiritualidad y la de otros. Esa Luz nos llevará a donde queremos ir, eso es seguro. |
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