Este 25 de kislev del 5772 empieza la celebracion de Januca, que dura 8 dias , 8 dias de milagros que el eterno, el creador del universo, hizo por nosotros en aquellos dias y aun hace por nosotros en esta epoca... y la victoria de los macabeos sobre la impocisión bajo pena de muerte por parte de los griegos y su cultura.
Esta semana es Jánuca, y según explican los kabbalistas, esta es la festividad de los milagros.
¿A qué nos referimos cuando decimos "milagros"?
En Jánuca hablamos del milagro del aceite del que había suficiente para un día pero duró ocho días. En realidad, el verdadero milagro no es lo que sucedió en esos ocho días, sino lo que sucede y continúa sucediendo en esta semana a través de las generaciones. Jánuca es el tiempo donde podemos retornar nuestra conciencia al lugar en donde todo lo que existe es Luz. Este es el milagro que esta disponible durante esta semana: el acceso a la dimensión de Luz pura y perfección.
Si no somos parte de esa Energía, entonces somos finitos. Sin Luz, sólo somos seres físicos en un cuerpo físico: Nos despertamos, vamos al trabajo, regresamos a casa, vemos televisión y vamos a la cama, solo para despertar al día siguiente y hacer lo mismo, de nuevo.
Cuando encendemos las velas de Jánuca, estamos realmente activando la Luz dentro de nosotros mismos, la Luz que nos une con todas las otras almas de la humanidad y nos eleva más allá de la fisicalidad y las limitaciones del "yo". Y cuando existen suficientes personas conectadas a esta Luz, todos luchando contra la negatividad dentro ellos mismos, la Energía Cósmica bajará a nosotros y nos dirá, "estaré allá con todos ustedes".
Esta semana tenemos la oportunidad de verdaderamente entender, que sin importar las circunstancias —estemos enfermos o sanos, estemos en un espacio bueno o malo, estemos bien financieramente o pasando por un momento no tan bueno— todo lo que hay, realmente, es Luz. Y nosotros somos velas.
En el momento que olvidamos esto, nos estamos olvidando de la razón por la que estamos en este planeta. Cuando nos encontramos en la oscuridad, sin embargo, solo toma una pequeña vela para hacer la diferencia entre tener la capacidad de ver nuestro camino o de no poder verlo.
Y este es el verdadero milagro de Jánuca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario