|
LO QUE PODEMOS PEDIRLE: Salud física, mental, emocional y espiritual. Curación de cuerpo y mente. Visión espiritual para interpretar adecuadamente las enseñanzas del dolor y la enfermedad en beneficio de nuestro crecimiento. Ayuda para hallar la armonía interna. OTROS DONES: Es el compañero ideal para que todo nos salga bien en los viajes. San Rafael está vestido para viajar, ceñido con cinturón, tiene en la mano derecha un bastón con la forma de cetro, siempre preparado para el viaje y ceñido de verdad y castidad, el cetro simboliza el apoyo y el sostén y la seguridad que el arcángel aporta a todos aquellos que solicitan su ayuda y su asistencia en las necesidades. A los pies del arcángel, aparece la imagen de un pez, representación del relato bíblico, en el cual ayuda al joven Tobías a encontrar alimento y remedio para su padre. (Tobías: Cap.5 y 6) El mejor medio para reconocer los buenos oficios del arcángel San Rafael está en la historia del viaje que el hijo del profeta Tobías realizó por encargo de su padre. El arcángel libera al joven de un pez que intentaba devorarlo y le indica que guarde el corazón, el hígado y la hiel, para utilizarlos como medicinas. Luego utilizan el resto del pescado como alimento durante su viaje. Le enseña que colocando el corazón del pescado sobre las brasas, el humo ahuyentará los demonios que podrían atentar contra él y que la hiel colocada sobre los ojos de su padre, le devolverán la vista perdida. Posteriormente intercede para que el joven logre una alianza matrimonial afortunada y luego le deja en casa de su padre Tobías, rico y feliz. Lo que este ángel realizó de manera visible, lo hacen cada uno de los ángeles de la guarda, en forma invisible, con cada uno de sus protegidos. Por esto, el arcángel San Rafael debe ser invocado para que nos asista en todas nuestras enfermedades y contra los poderes del mal, también en casos de viajes. Es también patrono de confesores y penitentes, quienes recurran a él, tendrán siempre adecuada orientación espiritual. Él es el consolador en las dificultades presentes y nuestro socorro en las aflicciones. Allí donde Dios le envía, penetran la resignación y la paciencia; las personas cerca de las cuales permanece, soportan todo, incluso situaciones muy desagradables. Quienes sufren deben recurrir al arcángel Rafael, él cuidará de todos los males del cuerpo y el alma y les sacará de apuros. |
También se le conoce como el ángel de la ciencias de la curación. Un texto judío cuenta que él enseño a Noé el poder curativo de las plantas, y otro texto habla de una curación a un hombre ciego. Se le reverencia como el ángel que batía las aguas curativas en el estanque de Betesda. El libro de Enoc nos dice que sus responsabilidades incluyen la curación de las enfermedades y las heridas de los hombres. Rafael trabaja con los ángeles de la curación y con la Santísima Virgen Maria para la curación de las enfermedades del cuerpo, la mente y el alma. Cuando se nos presente un problema de salud, debemos acudir con los profesionales indicados, médicos, oftalmólogos, geriatras, etc. y luego poner los ángeles a trabajar. Se les pide que alejen cualquier energía negativa que esté causando la enfermedad. Luego, podemos pedirles que se pongan a la cabeza de los profesionales de la medicina que hayamos elegido y que trabajen a través de ellos. Invoquémosles todos los días pidiendo la curación, se puede hacer una meditación (ejemplo ya descrito) visualizando una luz verde |
No hay comentarios:
Publicar un comentario