jueves, 5 de septiembre de 2013

El grito de la Paz


- Francisco: "Que se escuche con fuerza en toda la Tierra el grito de la Paz"
Por Jesús Bastante - Foto: Reuters



Francisco exhorta a creyentes y no creyentes a participar en la vigilia contra la guerra en Siria

 
"La paz comienza en el corazón", subraya el Papa ante decenas de miles de personas

Francisco continúa luchando por frenar la intervención militar en Siria. Hoy, durante la primera audiencia general en San Pedro tras la pausa veraniega, el pontífice ha exhortado a todos, creyentes y no creyentes, a participar en la vigilia de ayuno y oración por la paz. "Que se escuche con fuerza en toda la Tierra el grito de la paz", ha subrayado Bergoglio.

Durante su intervención, seguida en directo por decenas de miles de fieles que abarrotaban la plaza de San Pedro, Francisco recordó que "la paz comienza en el corazón", e invitó "a la Iglesia a vivir intensamente, junto a otros hermanos cristianos y a hermanos de otras religiones, que puedan unirse a este momento de oración por la paz".

Culminando su audiencia general, el Santo Padre renovó su apremiante llamamiento en favor de la paz y su invitación a participar en la jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero. En particular, dirigiéndose a los fieles de lengua árabe, especialmente a los provenientes de Irak, Jordania y Egipto, el Papa alentó a «unirse siempre a Cristo, edificando su Reino con la fraternidad, el compartir y las obras de misericordia». «La fe es una fuerza poderosa capaz de hacer que el mundo sea más justo y más bello», exclamó el Obispo de Roma y alentó a ser «una presencia de la misericordia de Dios y a testimoniar al mundo que las tribulaciones, las pruebas, las dificultades, la violencia y el mal no podrán derrotar nunca a Aquel que derrotó la muerte: Jesucristo».

Este fue el llamamiento del Papa invitando a la jornada del sábado, 7 de septiembre, víspera de la Natividad de María Reina de la Paz:

El próximo sábado viviremos juntos una jornada especial de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero. También por la paz en nuestros corazones. Porque la paz empieza en el corazón. Renuevo mi invitación a toda la Iglesia a vivir intensamente este día, y, desde ahora, expreso mi gratitud a todos los hermanos cristianos, a todos los hermanos de otras religiones y a los hombres y mujeres de buena voluntad que se quieran unir, en los propios lugares y modos, a este momento. Exhorto en particular a los fieles romanos y a los peregrinos a participar en la vigilia de oración, aquí, en la Plaza de San Pedro, a las 7 de la tarde, para invocar del Señor el gran don de la paz. ¡Que se eleve fuerte en toda la tierra el grito de la paz!

"El amor de Dios cambia la vida, nos hace más felices", recordó el Papa, quien dedicó su catequesis a recordar la pasada Jornada Mundial de la Juventud, que "nos recuerda la gran noticia de la historia, que somos amados por Dios, que es nuestro Padre, y que Jesús ha venido a salvarnos".

En su alocución, Francisco propuso tres palabras: "Acogida, fiesta y misión", que resumieron en su opinión el espíritu del encuentro de Río, bajo el lema "Vayan y hagan discípulos de todas las naciones". "La caridad divina contribuye a construir un mundo más justo y solidario", concluyó el Pontífice, quien preguntó a los jóvenes "¿Quieren ser esa esperanza? ¿Se atreven a transformar el mundo, a hacerlo más justo y más hermoso?".

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