ANGELES Y DEMONIOS |
El camino a la libertad
Del 1 al 7 de abril de 2012
Si fuéramos honestos con nosotros mismos, probablemente podríamos sentarnos y crear una larga lista de las cosas de las que somos esclavos en nuestra vida; y si alguna vez hubo una semana para hacer eso, es esta semana. La energía disponible en el cosmos en este momento puede ayudarnos a ver todas las áreas donde hemos entregado nuestro poder al deseo de recibir sólo para si mismo.
La cautividad tiene muchas formas. Para algunos, puede presentarse como una adicción a algo físico como drogas o comida, mientras que otros pueden ser presa de esclavitudes más emocionales como atención o aprobación. Todos nos hemos permitido ser serviles de algo.
Pero no tiene que ser de esta manera.
Hay una guerra que ocurre constantemente dentro de nosotros, y es una batalla entre la voz de la Luz y la voz de la oscuridad. Es igual a las caricaturas en las que ves el ángel en un hombro y al diablo en el otro. La voz de la Luz que emana desde nuestra alma nos dirá: “Sabes en tu corazón y en tus entrañas que esto no es bueno para ti”; mientras que la otra voz, alimentada por los antojos de la fisicalidad, nos dirá: “No eres suficientemente fuerte para resistirte”, o “puedes comenzar mañana” o, inclusive, “Sí, tienes razón en que no debo hacerlo. Pero vamos a hacerlo de todas maneras”.
Lo que olvidamos es que tenemos una elección. ¡Escogemos la voz de la cual recibimos instrucciones! Podemos vivir nuestra vida alcanzando el potencial de nuestra alma o podemos entregarnos a la gratificación instantánea de los placeres egoístas y perpetuar nuestras adicciones.
Cuando simplemente nos damos permiso de abandonar la batalla contra esos pensamientos que intentan tirarnos hacia abajo, negamos nuestro poder innato de ser la fuerza creativa de nuestra vida.
En lugar de no asumir la responsabilidad, podemos escoger luchar. Podemos buscar la Luz para que nos ayude a vencer la oscuridad. El Creador es una fuerza proactiva iniciadora de benevolencia. La Kabbalah nos enseña que si queremos tener alguna conexión con la Luz, debemos ser más como la Luz. Cuando esos demonios se presenten, activa el deseo de compartir y busca maneras de ayudar a los demás. Esto atraerá la Luz para combatir la oscuridad. Este es el lugar que constantemente tenemos que luchar por alcanzar.
El camino a la libertad comienza con la comprensión de que no sólo la esclavitud existe dentro de nosotros, sino que no tenemos que tolerarla.
Todo lo mejor,
Yehuda
La cautividad tiene muchas formas. Para algunos, puede presentarse como una adicción a algo físico como drogas o comida, mientras que otros pueden ser presa de esclavitudes más emocionales como atención o aprobación. Todos nos hemos permitido ser serviles de algo.
Pero no tiene que ser de esta manera.
Hay una guerra que ocurre constantemente dentro de nosotros, y es una batalla entre la voz de la Luz y la voz de la oscuridad. Es igual a las caricaturas en las que ves el ángel en un hombro y al diablo en el otro. La voz de la Luz que emana desde nuestra alma nos dirá: “Sabes en tu corazón y en tus entrañas que esto no es bueno para ti”; mientras que la otra voz, alimentada por los antojos de la fisicalidad, nos dirá: “No eres suficientemente fuerte para resistirte”, o “puedes comenzar mañana” o, inclusive, “Sí, tienes razón en que no debo hacerlo. Pero vamos a hacerlo de todas maneras”.
Lo que olvidamos es que tenemos una elección. ¡Escogemos la voz de la cual recibimos instrucciones! Podemos vivir nuestra vida alcanzando el potencial de nuestra alma o podemos entregarnos a la gratificación instantánea de los placeres egoístas y perpetuar nuestras adicciones.
Cuando simplemente nos damos permiso de abandonar la batalla contra esos pensamientos que intentan tirarnos hacia abajo, negamos nuestro poder innato de ser la fuerza creativa de nuestra vida.
En lugar de no asumir la responsabilidad, podemos escoger luchar. Podemos buscar la Luz para que nos ayude a vencer la oscuridad. El Creador es una fuerza proactiva iniciadora de benevolencia. La Kabbalah nos enseña que si queremos tener alguna conexión con la Luz, debemos ser más como la Luz. Cuando esos demonios se presenten, activa el deseo de compartir y busca maneras de ayudar a los demás. Esto atraerá la Luz para combatir la oscuridad. Este es el lugar que constantemente tenemos que luchar por alcanzar.
El camino a la libertad comienza con la comprensión de que no sólo la esclavitud existe dentro de nosotros, sino que no tenemos que tolerarla.
Todo lo mejor,
Yehuda
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