martes, 7 de febrero de 2012

YOGA - DESARROLLO ESPIRITUAL Y AUTOCONOCIMIENTO.


Ejercicios para la paz interior

Es verdad que el yoga contribuye al bienestar del cuerpo, pero es mucho más que eso. Entre otras cosas, ayuda al desarrollo espiritual y al autoconocimiento

Por Luis Aubele  | Para LA NACION

Optimismo. "Se suele advertir que se vive acosado por una lluvia de información falsa y contradictoria que conspira contra la claridad mental. En parte es cierto, pero hay que reconocer que hay instituciones, medios, grupos de información responsables, comprometidos en la tarea de buscar la verdad y respetar al lector."
Ser protagonistas. Para el maestro espiritual algo que preocupa es que la gente lea cada vez menos. "Es lamentable porque leer ayuda a la imaginación, a la reflexión y al crecimiento como seres humanos. Cuando uno lee se vuelve protagonista activo porque la lectura deja espacios para participar, para completar las ideas del autor. De esta forma, uno es parte de la creación. En cambio, la televisión lleva a una actitud pasiva, sin alternativas, muy receptiva. Asusta pensar que hay chicos que pasan horas, buena parte de su día, como adormecidos frente al televisor. "
"Sin embargo hay países donde la televisión es utilizada como un medio de mejoramiento humano, para educar e informar. Tienen un nivel de calidad importante. Un verdadero ejemplo es la BBC de Londres, de Inglaterra, que tiene cinco canales culturales, es decir que hay buenos ejemplos. Todo es cuestión de imitarlos por el bien de todos."
Ética para crecer. "El principal problema del mundo contemporáneo es una crisis moral. Por eso hay que rescatar la ética, que es la base de la civilización. Tener una ética significa apostar a determinados valores, hacerlos realidad en la vida cotidiana, hacerse responsables por su cumplimiento, dar la cara. Sin ella no hay compromiso ni crecimiento espiritual."
Descubrir necesidades. "En nuestra fundación (Swami Shivapremananda) se trata de cuidar todos los aspectos de un desarrollo sano del ser humano. En principio, la mayoría de los alumnos llegan buscando mejorar físicamente, algo importante como es la salud, el cuidado del cuerpo. Pero a medida que avanzan en el conocimiento del yoga surge una nueva necesidad: el desarrollo espiritual, la búsqueda de la paz interior."
Temática. En los encuentros, las actividades son diversas. Meditación, filosofía, cánticos y oraciones, los sábados. Mientras, los miércoles se exponen y discuten temas trascendentes como por ejemplo el conocimiento de la naturaleza humana o cómo comprenderse a sí mismo.
Todas estas tareas buscan marcar surcos en el inconsciente para cambiar actitudes y alcanzar la paz interior. Desarrollar el altruismo, la devoción, la integridad y la comprensión.
Meditación en cinco pasos. "Primer paso: inhalar y decir paz, luego exhalar y repetir liberación. En el segundo paso, inhalar diciendo plenitud y exhalar repitiendo espiritual. Durante el tercer paso, inhalar afirmando soy uno y exhalar diciendo con todas las almas. En el cuarto paso inhalar, decir soy uno y exhalar repitiendo con la naturaleza. Así llegamos al último paso, el quinto, donde tanto al inhalar como al exhalar hay que evocar una figura espiritual trascendente de acuerdo la fe de cada uno: Cristo, Buda, Brahma., Dios. Alguien cuya sabiduría y bondad sean como una luz para la propia vida. Y es bueno que al evocarla uno recuerde un texto, una oración que permita afianzar su presencia."

PIONERO

Swami Shivapremananda nació en Bengala Occidental, India, el 26 de julio de 1925. Después de graduarse en Ciencias Políticas, Historia y Literatura, y siguiendo su vocación espiritual, ingresó en el monasterio de Swami Sivananda en los Himalayas, donde estudió Filosofía de Oriente y Occidente, y religiones comparadas. Es autor de numerosas obras y uno de los mayores difusores del yoga a nivel mundial. Introdujo su práctica en la Argentina, Uruguay y Chile hace 50 años.

CORTESÍA

Cuando dos personas se encuentran en la India se saludan reconociendo a la divinidad que hay en todos los seres vivos.
Se juntan las manos como en oración, se extienden los brazos señalando al recién llegado y se dice: "Saludo al Dios que hay en ti". Después se llevan las manos a la frente y se agrega: "Con mi mente". Con las manos juntas sobre el pecho: "Con mi corazón" y llevando las manos a los labios se concluye: "Con mi palabra".

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