La ira de los sabios
Del 26 de febrero al 3 de marzo de 2012
Según la astrología kabbalística, hay una energía específica durante esta semana que puede ayudarnos a lidiar con la ira. Para poder trabajar en algo, tenemos que poder verlo; así que en los próximos siete días espera ver en primera fila todas las pequeñas cosas que te molestan.
Algunos de nosotros exteriorizamos la ira más que otros, mientras algunos la reprimen o la revelan de forma pasivo-agresiva. Tal vez haya estado dormida por un tiempo, pero ten por seguro que siempre está ahí. Ninguno de nosotros es inmune a ella.
La ira nace del sentido de merecimiento; una sensación de que merecemos la Luz que todavía no nos hemos ganado; y por esta razón es que la ira es considerada como el nivel más alto de ego. Si no hemos recibido algo, es sólo porque el Creador tiene las mejores intenciones con nosotros y quiere dárnoslo cuando sea el momento indicado, cuando estemos preparados para manejarlo de la mejor manera posible.
Nos enfadamos más donde tenemos más pan de vergüenza, o Luz que aún no nos hemos ganado. Si estás enojado con la gente que no te respeta, por ejemplo, entonces es porque la mayoría de la gente te respeta todo el tiempo sin razón alguna. ¡No te lo has ganado!
El pan de la vergüenza es la razón por la cual no podemos sentirnos plenos. ¡Hemos hecho de él un estilo de vida! Si cierras tus ojos y piensas en relajarte en la playa, ¡probablemente te sientas bien! ¿Te lo ganaste? Una forma de ganarse las cosas es comportándonos de forma más afín a la Luz, compartir sin intenciones ocultas de esperar algo a cambio.
Y una forma poderosa de eliminar el pan de la vergüenza, y por consiguiente controlar nuestra ira, es cuando nos disponemos a servir a los demás.
¡Podemos transformar la ira y así poder utilizarla para superar desafíos increíbles! Sólo nos enojamos por las cosas equivocadas.
Esta semana, reconoce que tu ira no es una reacción, sino una conciencia. Es una energía. Cuando la sientas llegar, enójate por el sufrimiento de alguien más, busca una manera de servir a las necesidades de otro. Después, retoma la situación que te hizo enfadar; cuando sepas que no te sientes merecedor. ¿Puedes ver la situación de forma diferente?
Utiliza tu ira para mejorar el mundo.
Sólo tenemos control sobre nuestra reacción. Eso es todo. Ese es el camino espiritual.
Todo lo mejor,
Yehuda
Algunos de nosotros exteriorizamos la ira más que otros, mientras algunos la reprimen o la revelan de forma pasivo-agresiva. Tal vez haya estado dormida por un tiempo, pero ten por seguro que siempre está ahí. Ninguno de nosotros es inmune a ella.
La ira nace del sentido de merecimiento; una sensación de que merecemos la Luz que todavía no nos hemos ganado; y por esta razón es que la ira es considerada como el nivel más alto de ego. Si no hemos recibido algo, es sólo porque el Creador tiene las mejores intenciones con nosotros y quiere dárnoslo cuando sea el momento indicado, cuando estemos preparados para manejarlo de la mejor manera posible.
Nos enfadamos más donde tenemos más pan de vergüenza, o Luz que aún no nos hemos ganado. Si estás enojado con la gente que no te respeta, por ejemplo, entonces es porque la mayoría de la gente te respeta todo el tiempo sin razón alguna. ¡No te lo has ganado!
El pan de la vergüenza es la razón por la cual no podemos sentirnos plenos. ¡Hemos hecho de él un estilo de vida! Si cierras tus ojos y piensas en relajarte en la playa, ¡probablemente te sientas bien! ¿Te lo ganaste? Una forma de ganarse las cosas es comportándonos de forma más afín a la Luz, compartir sin intenciones ocultas de esperar algo a cambio.
Y una forma poderosa de eliminar el pan de la vergüenza, y por consiguiente controlar nuestra ira, es cuando nos disponemos a servir a los demás.
¡Podemos transformar la ira y así poder utilizarla para superar desafíos increíbles! Sólo nos enojamos por las cosas equivocadas.
Esta semana, reconoce que tu ira no es una reacción, sino una conciencia. Es una energía. Cuando la sientas llegar, enójate por el sufrimiento de alguien más, busca una manera de servir a las necesidades de otro. Después, retoma la situación que te hizo enfadar; cuando sepas que no te sientes merecedor. ¿Puedes ver la situación de forma diferente?
Utiliza tu ira para mejorar el mundo.
Sólo tenemos control sobre nuestra reacción. Eso es todo. Ese es el camino espiritual.
Todo lo mejor,
Yehuda