miércoles, 9 de octubre de 2013

Ser honesto y sincero , nada hay más importante.

Michael Berg - Inspirando el cambio.

Actúa siendo tu verdadero yo

El Creador le dice a Abraham, Lej Lejá, "Vete de la tierra" a Canaán, que se conoce como Israel.  Él le dice: "Haré de ti una gran nación. Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré. Ahí te haré prosperar". 

Así que Abraham llega a Canaán, pero una hambruna llega a la tierra y él no sabe qué hacer. Él tiene que decidir entre quedarse en la Tierra Prometida o ir a Egipto porque ahí hay comida. Y él toma la decisión de ir a Egipto, y abandonar el lugar al que el Creador le dijo que fuera, donde el Creador le dijo que prosperaría y recibiría sus bendiciones.

Entender esto es muy interesante. El Creador no sólo le dijo a Abraham que fuera hacia ese lugar, sino que también le dijo que allí prosperaría, así que cuando él llega y hay hambruna, se crea, por supuesto, una apertura para la duda. Y eso es lo que pasa en el camino espiritual; siempre tiene que haber una apertura para la duda. La realidad es que antes de cualquier bendición importante, cualquier crecimiento importante, o cualquier siguiente nivel que una persona vaya a alcanzar, siempre habrá una apertura para la duda. Por ello, cuando Abraham llega a la tierra de Canaán y de repente hay hambruna, él decide que como no hay comida ni para él ni para su familia, a pesar de que el Creador le dijo que allí prosperaría, él se va a Egipto.

Esta elección que Abraham hace es una elección que ha sido discutida y estudiada cuidadosamente por los kabbalistas durante miles de años. ¿Fue la decisión correcta o incorrecta? ¿Él debió haber mantenido su certeza a pesar de que estaba experimentando hambre, y quedarse en la tierra de Israel? ¿Debió haber mantenido la certeza de que un milagro ocurriría y él sería capaz de mantenerse a él y a su familia? ¿O la decisión correcta fue irse a Egipto? La opinión de uno de los grandes kabbalistas españoles, Najmánides, el Rambán, fue que Abraham cayó un poco, y al ir a Egipto cometió un error.  Él debió haberse quedado en la tierra de Israel y mantener su certeza, y un milagro habría ocurrido y le habría llegado el sustento.

Así que, ¿cómo entendemos la decisión de Abraham? Y más importante, ¿cuál es la lección para nosotros?

Para responder esto quisiera compartir una sección del Talmud. Se dice que los sabios, las grandes almas, estaban sentadas discutiendo su nivel espiritual y dónde estaban en su desarrollo y crecimiento espiritual. Y entran en una discusión en donde cada uno de ellos dice: "En comparación con mi padre, yo soy como el vinagre es al vino". Y ellos cuentan cuán mas elevados son sus padres en comparación con ellos, y dónde ellos están cayendo.

Toda esta discusión es relativamente extraña. Estamos hablando de almas muy elevadas, personas que se han empujado a sí mismas a crecer y cambiar, y aun así ellos cuentan sus fallos y se comparan ellos mismos con sus padres. Ellos se refieren a ciertas cosas que sus padres pueden hacer, pero ellos fácilmente podrían estar haciendo lo mismo. Entonces la pregunta es, si estos sabios creían que la forma en la que sus padres se comportaban y que las acciones de sus padres era más elevadas que las de ellos, ¿por qué no se comportaban igual que ellos?

Y esto nos lleva a algo muy importante que debemos entender: la verdad.

Cuando Rav Áshlag, el fundador del Centro de Kabbalah, tenía alrededor de siete años tomó la decisión de que nunca mentiría en su vida. Él enseña que una persona no puede estar conectada a la Luz del Creador si miente, o si vive en la mentira. Esta es una de las cosas que mi padre, el Rav Berg, me dijo cuando yo era muy muy pequeño.

Así que, ¿qué es mejor? ¿Actuar como si fueras elevado o mostrar y actuar tu verdadero yo?

Cuando los sabios decían, "yo soy como vinagre y mi padre es como el vino", ellos
decían sí, puedo actuar como él, pero no estoy en el nivel en el que él estaba. Por ello, es mejor caer y ser sincero, que mentir y actuar elevado. La verdad es la base de nuestra conexión con la Luz del Creador.

Abraham sabía que lo correcto era quedarse en Canaán. Pero él sabía que él no tenía la certeza que él necesitaba para despertar un milagro que le diera sustento a él y a su familia. Así que él dijo, es mejor caer y ser sincero, que vivir una mentira.

Si la manera en la que hablamos o actuamos es diferente de quien realmente somos en nuestro interior, no estamos, y no podemos estar, conectados con la Luz del Creador. Cuando los kabbalistas se refieren a la sabiduría de la Kabbalah se llama Sabiduría de la Verdad, porque no puedes estar conectado con la Luz del Creador, y ciertamente no puedes estar conectado a esta sabiduría, la Sabiduría de la Verdad, si no estás actuando como tú eres internamente. Y por ello, es mejor para Abraham caer y estar un poco en la oscuridad de Egipto, que vivir y quedarse en Canaán donde su consciencia, y su nivel espiritual no estaban.

De esto aprendemos una gran lección. A veces es más fácil, o creemos que es mejor, actuar de formas que no somos, decir palabras que no son sinceras, y comportarnos de formas que no son lo que somos. Pero recuerda lo que dijo Rav Áshlag: Para estar conectado con la Luz del Creador es mejor estar en un nivel más bajo, caer,  y ser sincero, que actuar elevado y vivir en cualquier grado de mentira.

¿Cuántas veces nos comportamos de maneras que no son sinceras? Incluso en cosas espirituales, en cosas buenas, nos permitimos comportarnos en una forma que no es sincera con lo que somos. Pero, cualquier parte de nosotros, nuestras palabras, o nuestras acciones que no son verdaderas, nos desconectan de la Luz del Creador. Incluso las acciones positivas. Si haces acciones espirituales que no son de tu nivel, que no son lo que realmente eres por dentro, ellas no te traerán Luz. Te desconectarán de la Luz del Creador. Porque no hay nada más importante que ser honesto y sincero.
Abraham sabía que estaba mal ir a Egipto, pero él dijo, este es el nivel en el que estoy ahora, y es mejor vivir en la verdad y caer que vivir una mentira. Es una lección muy importante que se nos da en este Shabat.

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