Año nuevo, nuevo ser, mundo nuevo
Miércoles, 2 de enero de 2013
El año 2013 está sobre nosotros, y mientras nos paramos en el umbral de
este nuevo año que desborda oportunidades y el potencial para cambios
positivos, muchos de nosotros elaboramos resoluciones para mejorar
nuestras vidas. Sea lo que sea que queramos transformar, aquí presento
unas cuantas recomendaciones que pueden ayudarnos a navegar los desafíos
que inevitablemente encontraremos cuando establezcamos nuestro camino.
1. Todo lo que está en nuestras vidas, sea bueno o malo, es una pieza
del rompecabezas de nuestra alma individual. Como explico en mi libro
“Continuará: La reencarnación y el propósito de nuestras vidas”, todo lo
que ocurre en nuestras vidas contiene una lección para nosotros. Una
vez que estamos conscientes de que está es la situación, podemos y
deberíamos entender también lo siguiente: “Si mi jefe me despide o mi
novia termina conmigo, hay algo que necesito aprender. Tal vez necesite
mejorar la forma en la que hago las cosas, o quizás la situación en sí
me está convirtiendo en una mejor persona. Una cosa es segura, dicha
situación ha venido a ayudarme”.
2. Estamos aquí para convertirnos en líderes en nuestras propias vidas.
Pero ¿qué es el verdadero liderazgo? Un líder es alguien que está
dispuesto a dominar sus propias ilusiones, sus juicios sobre otros y las
nociones preconcebidas sobre las situaciones. Un líder no trata de
controlar a otros o el ambiente que lo rodea, más bien intenta
controlarse a sí mismo.
Un líder también es alguien que puede hacer que las cosas ocurran.
Simplemente tener la visión no es suficiente, especialmente en estos
días en que vivimos de la forma en lo hacemos. De acuerdo a los
kabbalistas, vivimos en un mundo de acción y ahora el mundo necesita
acciones positivas, no sólo visiones positivas. Un líder no es alguien
que mira algo y dice: “Oh Dios, eso está mal”. Más bien, un líder ve
algo y dice: “Ok, ¿Cómo utilizo las herramientas prácticas para cambiar
esta situación para mejor?”.
3. Dios no hace tratos. Nosotros los humanos los hacemos, y muchos.
Decimos: “Oraré tres veces al día o daré cuatro horas a la semana para
salir de mi rutina y entonces ‘x ‘, ‘y’ o ‘z’ ocurrirán”. Pero cuando
x, y o z no ocurren, estamos desconcertados y preguntamos: “¿Cómo es
posible? He hecho todas estas cosas; he hecho todo lo que prometí”.
Bueno, la razón por la que x, y o z no ocurrieron es porque estábamos
intentando hacer un trato con Dios. Desafortunadamente el universo no
trabaja de esa manera.
En este mundo, el único trato que podemos realizar es hacer y ser lo
mejor que podamos para alcanzar el nivel de entendimiento que Dios ha
dado a cada uno de nosotros para que alcancemos, de esta forma, al final
despertaremos en la mañana y no sólo veremos la belleza que está frente
a nosotros, sino que también nos maravillaremos ante cuán increíble es
el que podamos ver.
4. Cada mañana necesitamos tomar una simple decisión: ¿Voy a vivir sólo
para mí el día de hoy? o ¿daré de mi ser y haré el trabajo espiritual
para poder recibir las bendiciones que realmente están destinadas para
mí? La verdad es que podemos crear un mundo nuevo este año. Podemos
lograr esto a través de unir todos nuestros esfuerzos para despertar y
escoger participar en este Juego de la vida, el cual es trabajar cada
día en completar la parte de nosotros que debe finalmente retornar al
Creador.
El mundo no terminó el 21 de diciembre de 2012, pero tal vez hemos
comenzado un capítulo nuevo. El mundo reposa en la balanza entre gran
positividad y gran negatividad, todos y cada uno de nosotros somos
quienes, a través de nuestras acciones y nuestra conciencia, decidiremos
hacia qué lado se inclinará la balanza.
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Fuente
Karen Berg - Kabbalah |
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