¿Qué significa alcanzar nuestro potencial? Muchos creen que significa tener ciertas posiciones, que tengamos el respeto de mucha gente, que seamos encantadores, amados o poderosos. Pero lo que vemos esta semana es que el atributo más grande que tuvo Moisés fue su humildad. Tal vez no sepas esto, pero en realidad está escrito que Moisés era tartamudo. ¿Y sabes qué? Fue este “percance” lo que le permitió alcanzar su potencial. ¿Por qué? Porque él sabía que por sí mismo no era nada; su fortaleza estaba en su conexión con la Luz.
Al igual que Moisés, todos tenemos percances de una u otra índole; decepciones, cosas que en las que no somos buenos, oportunidades donde sentimos que no estamos en el lugar ni en el momento adecuado. Pero lo que tenemos que entender es que estos “percances” son lo que nos llevan a un lugar especial; el lugar donde podemos pedir, desde lo profundo de nuestro corazón, ayuda por parte del universo para alcanzar nuestro potencial, para convertirnos en la persona que queremos ser. Alcanzar nuestro potencial no es un proceso que ocurre de forma natural. Nosotros tenemos que escogerlo. Nuestro potencial es algo que ocurre cuando tomamos la decisión consciente de ir a nuestro siguiente nivel.
Entonces, ¿cómo lo hacemos? Luchar por alcanzar nuestro potencial es estar en un estado donde siempre estemos abiertos al cambio. Estar abiertos al cambio no es despertar en la mañana y seguir nuestra rutina, o simplemente hacer nuestro trabajo, cumplir con nuestros deberes o hacer lo que nos corresponde. Mientras pensemos así, permaneceremos en la misma posición. La única forma en la que podremos alcanzar nuestro siguiente nivel es pensando más allá de los límites, salir de nosotros mismos y explorar nuevos caminos en los cuales podamos crecer y hacer más acciones positivas en el mundo. ¿Por qué? Porque cuando realmente nos abrimos a explorar el mundo que nos rodea, también indagamos y conectamos con nuestra propia alma.
La lectura de esta semana, Éxodo, es el primer capítulo del segundo libro de la Biblia y, espiritualmente hablando, representa un nuevo comienzo. Esta es una semana en la cual podemos cambiar nuestra certeza. Es una semana donde podemos practicar el estar abiertos al universo. Esta semana, cuando nos estemos esforzando mucho en hacer el trabajo adecuado, y alguien nos corrija y nos deje perplejos, podemos decir: “Espera un segundo. Tal vez no viene de ellos; tal vez viene de la Luz. Tal vez hay algo más que debo hacer para pasar al siguiente nivel”.
Porque, ¿sabes qué? Si podemos ver nuestra vida de esta manera, entonces podemos transformarla.
Al igual que Moisés, todos tenemos percances de una u otra índole; decepciones, cosas que en las que no somos buenos, oportunidades donde sentimos que no estamos en el lugar ni en el momento adecuado. Pero lo que tenemos que entender es que estos “percances” son lo que nos llevan a un lugar especial; el lugar donde podemos pedir, desde lo profundo de nuestro corazón, ayuda por parte del universo para alcanzar nuestro potencial, para convertirnos en la persona que queremos ser. Alcanzar nuestro potencial no es un proceso que ocurre de forma natural. Nosotros tenemos que escogerlo. Nuestro potencial es algo que ocurre cuando tomamos la decisión consciente de ir a nuestro siguiente nivel.
Entonces, ¿cómo lo hacemos? Luchar por alcanzar nuestro potencial es estar en un estado donde siempre estemos abiertos al cambio. Estar abiertos al cambio no es despertar en la mañana y seguir nuestra rutina, o simplemente hacer nuestro trabajo, cumplir con nuestros deberes o hacer lo que nos corresponde. Mientras pensemos así, permaneceremos en la misma posición. La única forma en la que podremos alcanzar nuestro siguiente nivel es pensando más allá de los límites, salir de nosotros mismos y explorar nuevos caminos en los cuales podamos crecer y hacer más acciones positivas en el mundo. ¿Por qué? Porque cuando realmente nos abrimos a explorar el mundo que nos rodea, también indagamos y conectamos con nuestra propia alma.
La lectura de esta semana, Éxodo, es el primer capítulo del segundo libro de la Biblia y, espiritualmente hablando, representa un nuevo comienzo. Esta es una semana en la cual podemos cambiar nuestra certeza. Es una semana donde podemos practicar el estar abiertos al universo. Esta semana, cuando nos estemos esforzando mucho en hacer el trabajo adecuado, y alguien nos corrija y nos deje perplejos, podemos decir: “Espera un segundo. Tal vez no viene de ellos; tal vez viene de la Luz. Tal vez hay algo más que debo hacer para pasar al siguiente nivel”.
Porque, ¿sabes qué? Si podemos ver nuestra vida de esta manera, entonces podemos transformarla.
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