No hay nada en el desierto
Del 22 al 28 de mayo de 2011
Esta semana la porción del Zóhar se llama Bemidbar (En el desierto). Como sabemos, la clave para entender la energía que está en reserva para nosotros cada semana está a menudo contenida dentro del nombre de la porción semanal.
¿Qué significa para nosotros“en el desierto”? La respuesta es: nada. Si piensas en un desierto, nada enraíza, nada crece. Imagina una planta rodadora que pasa de largo. Pues ésa es la clave. Lo que quiero decir no es que debemos tratar la vida como si estuviéramos simplemente pasando de largo, sino que ¡debemos dejar que nuestro dolor y nuestro sufrimiento pasen de largo!
Una persona verdaderamente espiritual es alguien que sabe que es la causa y no el efecto en la vida. En términos prácticos, esto significa que nadie puede hacernos nada, puesto que nosotros creamos nuestra realidad a través de nuestras palabras y nuestras acciones, ya sean de esta vida o de una previa. Aunque nos esforcemos para ser seres humanos espirituales y conscientes que comparten, nuestra incapacidad para perdonar a los demás, o a nosotros mismos, va en contra de las leyes del universo.
Cuando nos aferramos al enojo, el resentimiento, el reproche y la culpabilidad, estamos ignorando una lección importante: la esencia del perdón radica en entender que en realidad no hay nada que perdonar. Nadie nos ha lastimado ni puede lastimarnos nunca. Todo lo negativo que hay en nuestra vida es un efecto de una semilla negativa que plantamos hace tiempo. La única forma de eliminar las semillas antes de que se enraícen es dejar ir y confiar en la Luz. ¿Te acuerdas de la Luz?
Esto no significa que debamos tumbarnos y permitir que nos pisoteen, que nos utilicen y que nos desechen. Al contrario, cuando traemos Luz a nuestras acciones, nos volvemos muy eficientes. Pero debemos soltar el pasado. Dejar atrás las quejas. Cuando estamos estancados en lo que nos sucedió, nos volvemos resentidos, infelices y pesimistas. Piensa en las personas felices y sanas que conoces: lo más probable es que sean aquellas que están enamoradas de la vida, porque saben como liberarse del pasado, seguir avanzando y vivir en el momento.
Esta semana nos da la fortaleza para volvernos como un desierto, de dejar ir todo el peso muerto del dolor que está intentando enraizar en un ambiente en el que simplemente no debe crecer. Suelta cualquier sentimiento negativo y todos los resentimientos fuertes que albergas contra otras personas, ya que están bloqueando las grandes bendiciones que están intentando llegar hasta ti.
Todo lo mejor,
Yehuda
¿Qué significa para nosotros“en el desierto”? La respuesta es: nada. Si piensas en un desierto, nada enraíza, nada crece. Imagina una planta rodadora que pasa de largo. Pues ésa es la clave. Lo que quiero decir no es que debemos tratar la vida como si estuviéramos simplemente pasando de largo, sino que ¡debemos dejar que nuestro dolor y nuestro sufrimiento pasen de largo!
Una persona verdaderamente espiritual es alguien que sabe que es la causa y no el efecto en la vida. En términos prácticos, esto significa que nadie puede hacernos nada, puesto que nosotros creamos nuestra realidad a través de nuestras palabras y nuestras acciones, ya sean de esta vida o de una previa. Aunque nos esforcemos para ser seres humanos espirituales y conscientes que comparten, nuestra incapacidad para perdonar a los demás, o a nosotros mismos, va en contra de las leyes del universo.
Cuando nos aferramos al enojo, el resentimiento, el reproche y la culpabilidad, estamos ignorando una lección importante: la esencia del perdón radica en entender que en realidad no hay nada que perdonar. Nadie nos ha lastimado ni puede lastimarnos nunca. Todo lo negativo que hay en nuestra vida es un efecto de una semilla negativa que plantamos hace tiempo. La única forma de eliminar las semillas antes de que se enraícen es dejar ir y confiar en la Luz. ¿Te acuerdas de la Luz?
Esto no significa que debamos tumbarnos y permitir que nos pisoteen, que nos utilicen y que nos desechen. Al contrario, cuando traemos Luz a nuestras acciones, nos volvemos muy eficientes. Pero debemos soltar el pasado. Dejar atrás las quejas. Cuando estamos estancados en lo que nos sucedió, nos volvemos resentidos, infelices y pesimistas. Piensa en las personas felices y sanas que conoces: lo más probable es que sean aquellas que están enamoradas de la vida, porque saben como liberarse del pasado, seguir avanzando y vivir en el momento.
Esta semana nos da la fortaleza para volvernos como un desierto, de dejar ir todo el peso muerto del dolor que está intentando enraizar en un ambiente en el que simplemente no debe crecer. Suelta cualquier sentimiento negativo y todos los resentimientos fuertes que albergas contra otras personas, ya que están bloqueando las grandes bendiciones que están intentando llegar hasta ti.
Todo lo mejor,
Yehuda
Secuencia de los 72 Nombres conectada a esta semana
Mi pasado ya no me tiene prisionero: pesares pasados, traumas previos, dolor y sufrimiento.
Yo creo en milagros y en un futuro lleno de alegría.
¿Adquiero el valor de dejar ir y soltar!
Me desprendo.
De todo.
Punto.
Yo creo en milagros y en un futuro lleno de alegría.
¿Adquiero el valor de dejar ir y soltar!
Me desprendo.
De todo.
Punto.