jueves, 10 de diciembre de 2009
LAS GRANDES LEYES MENTALES
La ley del perdon
Es una ley mental inquebrantable que uno tiene que perdonar a otros si quiere superar las dificultades y lograr un verdadero progreso espiritual.
Quizá la importancia vital del perdón no sea obvia a primera vista, pero puede estar seguro de que no es simple coincidencia que todo gran maestro espiritual, comenzando por Jesucristo, haya insistido tan enérgicamente en el perdón.
Debe perdonar las injurias, pero no sólo de palabra o como una cuestión formal, sino sinceramente de corazón; así es. Usted no perdonará por el bien de otra persona, sino por su propio bien. Para esa persona el perdón no significará gran cosa (a menos que fije una serie de valores a partir del perdón), pero para usted tendrá una gran significación.
El resentimiento, la condena, la ira, el deseo de ver a alguien castigado son cosas que corrompen su alma por muy astutamente que usted disimule esos sentimientos, como esas cosas tienen un contenido emocional más vigoroso de lo que cualquiera sospecharía le afianzan sus problemas, los remachan.
Lo encadenan a muchos otros problemas que en realidad no tienen nada que ver con los agravios originales.
Perdonar no significa que usted deba simpatizar con el delincuente o que quiera conocerlo, sino que usted debe desearle el bien. Usted, por supuesto, no debe permitir imposiciones o malos tratos; debe librar sus propias batallas, y librarlas con oraciones, justicia y buena voluntad no importa que usted pueda olvidar la injurias o no, aunque si usted deja de pensar en ellas, probablemente las olvide pero debe perdonar.
Aquello en lo que uno piensa,crece
Aquello en lo que uno piensa, crece.
Esta es una máxima oriental, y resume las mayores y más fundamentales de todas las Leyes de la Mente.
Aquello en lo que uno piensa, crece.
Cualquier cosa a la que usted de acceso en su mente, se magnifica en su vida. El sujeto de su pensamiento puede ser bueno o malo; la ley funciona y la condición crece. Cualquier asunto que usted mantenga fuera de su mente, puede reducirse en su vida, pues lo que no se usa, se atrofia.
Mientras más piensa en su indigestión o en su reuma, más se agravarán esos males. Mientras más piense que usted está sano, que está bien, mejor estará su organismo. Mientras más piense en las carencias, los malos tiempos, etc.., peor andarán sus negocios; y mientras más piense en la prosperidad, la abundancia y el éxito, dará a su vida una proporción mayor de esos bienes.
Mientras más piense en sus cuitas, o en las injusticias que ha sufrido, más pruebas de ese tipo seguirá recibiendo; y mientras más piense en la buena suerte que ha tenido, más buena suerte recibirá.
Esta es la Ley Mental básica, fundamental, que lo abarca todo. En realidad toda enseñanza psicológica y metafísica no es mucho más que un comentario sobre esta Ley.
Aquello en lo que uno piensa, crece.
Fuente
Emmet Fox
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